La Economía en la historia del cine ha estado siempre presente y la crisis no solo agudiza el ingenio, sino que a menudo también lo inspira y acaba espoleando a los creadores para hacer de las dificultades virtud. Desde las épocas de bonanza, pero también en sus versiones más apocalípticas, ha dado pie históricamente a infinidad de películas de mayor o menor calado artístico y comercial que, ya sea en formato de crónica o de denuncia, de ficción financiera más o menos realista o como documental, y a veces tanto o más interesantes que la realidad misma, han escenificado el ya de por sí fascinante mundo de las finanzas, que de un modo u otro a todos nos afecta y condiciona.
Des este modo, la sección de «Economía en el cine», que hoy bautizamos y presentamos pretende hacer un repaso, no tanto exhaustivo como representativo, de este subgénero económico del séptimo arte cultivado por algunos de los maestros del cine desde sus albores. Y lo haremos tanto viajando al pasado como rastreando el presente para ir informando, desgranando y comentando todos aquellos títulos que, con el consumo en primer o segundo plano argumental, nos llamen la atención, ya sea por sus contenidos, por el tratamiento de los mismos o, simplemente, por el interés artístico de la propuesta.
Y así, desde Las uvas de la ira de John Ford hasta el Wall Street de Oliver Stone, pasando por el Ciudadano Kane de Orson Wells o el reciente y oscarizado documental Inside Job, visitaremos las altas finanzas cinematográficas y las grandes depresiones, los fraudes y los éxitos profesionales de los emprendedores más innovadores, los avatares económicos de la lucha de clases o simplemente el día a día de la economía doméstica trasladada a la gran pantalla. Un viaje fascinante que esperamos compartir con todos ustedes.
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