Casas rurales, una opción ideal para relajarse en otoño

Con el final del verano, el sol, la playa y la piscina al aire libre quedan “aparcados” hasta el año que viene. Pero el otoño ofrece una gran alternativa, el turismo rural, que en los últimos años ha experimentado un fuerte crecimiento. El contacto directo con la naturaleza de las casas rurales, la tranquilidad y sus precios económicos explican su éxito.

Además de descubrir lugares recónditos, la belleza de sus paisajes, de aldeas y pueblos pequeños, muchas veces perdidos en el interior o en la montaña, realzados ahora con los colores del otoño, el turismo rural ofrece a sus visitantes tranquilidad y paz.

Es una buena manera de abstraerse por unos días de los problemas diarios, de olvidarse del estrés, de alejarse del ruido y las aglomeraciones de la ciudad, de estar en contacto con la naturaleza y de viajar con la familia o amigos para conocer parajes extraordinarios. Y a un precio más que razonable.

Casa rural al lado del río

Auge del turismo rural

Cada vez son más las personas que optan por pasar sus vacaciones, o unos días de descanso, en las casas rurales en cualquier estación del año. Un tipo de turismo que se ha incrementado de forma importante en la última década, con proliferación de espacios que se han renovado y transformado para acoger a unos turistas que buscan acercarse al medio natural.

Si en 2001 existían en nuestro país 5.500 alojamientos, con un total de 43.000 plazas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en julio de 2012 la cifra se elevaba casi a 16.000 casas rurales en España. Solamente, en este pasado verano se ofertaron 370 nuevos establecimientos y cerca de 149.000 plazas. Según datos provisionales de agosto de este año, Castilla y León recibió el mayor número de viajeros (70.017), seguido por Asturias (43.406), Cantabria (36.862), Cataluña (35.064) y Galicia (26.867).

Las casas rurales

Situadas en poblaciones pequeñas o aisladas, las casas rurales tienen un encanto especial al tratarse, en su gran mayoría, de espacios antiguos reformados. Se convierten en lugares ideales para el descanso, con el calor y el recogimiento para una amena conversación, una buena lectura con vistas extraordinarias de fondo, o simplemente dejar pasar el tiempo de forma relajada.

Hay tres tipos de casas rurales:

  • Casas rurales vacías. Son viviendas en las que no habita nadie y se alquilan enteras. Generalmente son demandadas por los jóvenes para hacer fiestas privadas o celebraciones, o gente que desea más intimidad.
  • Casas rurales familiares. Son aquellas en las que vive el propietario. Se alquilan por habitaciones y son ideales para familias y parejas. El propietario puede hacer de guía y ofrecer una muestra de la gastronomía local.
  • Hoteles rurales. Cuentan con servicio de habitaciones y comodidades que no se encuentran en las casas rurales.

Una buena opción para disfrutar y divertirse

En un intento por ofrecer actividades diferentes, algunas casas rurales dan la posibilidad a sus inquilinos de participar en las labores diarias, como ordeñar vacas, recoger huevos de las gallinas, trabajar en la huerta, moler el trigo o hacer pan, entre otras. Actividades que serán del agrado también de los más pequeños que descubrirán cómo es una oveja de cerca o que la leche no sale, por ejemplo, de un tetra brik.

Se complementan con otras como montar a caballo, rutas y travesías por la montaña, senderismo, deportes multiaventura (mountain bike, rafting, quads, etc) para los que buscan emociones fuertes.

Además, el turismo rural ofrece la posibilidad de adentrarse en la historia de sus pueblos, de conocer más de cerca sus gentes, y saborear su gastronomía, verdadero tesoro por descubrir.

Consejos para hacer turismo rural

Conviene tener en cuenta algunos detalles antes de hacer turismo rural:

  • Decidir la zona a visitar y ubicación de la casa rural. Una vez que se haya elegido el lugar, escoger el hospedaje a través de los buscadores de alojamientos rurales, para localizar el que tenga mejor calidad/precio y se adapte a nuestro bolsillo.
  • Confirmar que se trata de una casa rural oficial, es decir que sea un establecimiento designado como tal  por el organismo autonómico competente, que asegure que el alojamiento va a cumplir unos estándares básicos de calidad.
  • Reservar con antelación, sobre todo en temporada alta.
  • Informarse previamente de los lugares a visitar y las actividades que se pueden realizar.
  • Cualquier época del año es buena para disfrutar del encanto de una casa rural, pero el otoño resulta especial por la variedad de colores, olores y sabores que ofrece la madre naturaleza.

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