Todos los móviles tendrán un cargador universal en la Unión Europea

Todos hemos sufrido en alguna ocasión la diversidad de los cargadores de móviles ante una inesperada situación de batería baja. La imposibilidad de encontrar uno compatible con nuestro modelo. Pues bien, eso se acabó. O al menos en la Unión Europea, puesto que desde el pasado 28 de diciembre todos los teléfonos móviles deberán tener un cargador universal. Es decir, compatible para todos los dispositivos electrónicos.

Todos los dispositivos electrónicos

Hay que aclarar que esta nueva normativa aplicada por la Unión Europea no afecta sólo a los teléfonos móviles, que cada vez se usan para más cosas. Este proceso de adaptación, que ha conllevado un proceso legislativo de más de una década, afecta a todo tipo de dispositivos electrónicos en territorio europeo. Así, todos los teléfonos móviles, cámaras digitales, cascos y audífonos, consolas de videojuegos manuales, altavoces portátiles, libros digitales, teclados, micrófonos, sistemas de navegación portátiles vendidos en cualquier país perteneciente a la Unión Europea deberán tener un cargador único y universal.

La única excepción es la de los ordenadores portátiles, que han visto aplazada hasta el mes de abril de 2026 la fecha límite para asumir la obligatoriedad de implantar el cargador universal. También los relojes inteligentes han quedado, de momento, fuera de esta obligación.

Cargador universal: USB tipo-C

Muchas eran hasta las fecha las modalidades de cargadores que podíamos encontrar en el mercado. Pero ni USB 2.0 Micro B, ni el USB-C, ni el Lightning A, el cargador universal en Europa es ahora el USB tipo-C. El único permitido desde la entrada en vigor esta nueva ley europea, cuyo objetivo es reducir la basura electrónica y simplificar la vida de los consumidores.

Otra de las novedades incluida en el nuevo mandato del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea es ofrecer a los consumidores la opción de no recibir un nuevo cargador con cada compra de dispositivo. La nueva situación así lo permite y facilita, ya que con el cargador universal y único podrá reponerse la batería de cualquier dispositivo, y de cualquier marca. De este modo, se disminuye el número de cargadores necesarios, lo que abarata las adquisiciones del consumidor y reduce las unidades distribuidas y que, en algún momento, serán desechadas. De hecho, la incompatibilidad de los dispositivos contribuía a generar hasta 11.000 toneladas al año de residuos electrónicos en territorio europeo.

Por otra parte, en Europa se venden cerca de 420 millones de teléfonos móviles al año, y el hecho de que los consumidores puedan comprar nuevos dispositivos electrónicos sin tener que adquirir un cargador adicional, ahorrará a los ciudadanos hasta 250 millones de euros anuales en cargadores innecesarios, según las estimaciones de la Comisión Europea.

Bloqueo tecnológico

La imposición legal del cargador universal por parte de las autoridades europeas pretende también acabar con el denominado “bloqueo tecnológico”, por el que los consumidores devenían cautivos de un fabricante concreto al adquirir uno de sus dispositivos. Quedaban atrapados en su entorno tecnológico y dependientes de todos sus accesorios.

Con la entrada en vigor de la nueva directiva, los fabricantes deberán actualizar sus embalajes para mostrar claramente la información sobre las características de carga y lo que se incluye con cada compra.

Finalmente, señalar que la normativa afecta también a la carga rápida. Los dispositivos afectados por esta directiva, y que incorporen una carga rápida cableada superior a 15W (5V/3A), tendrán que incorporar Power Delivery (PD) y, según exige la ley, «garantizar que cualquier protocolo de carga adicional permita la plena funcionalidad del protocolo de entrega de potencia por USB […] con independencia del dispositivo de carga utilizado».

Por último recordar, tal y como hemos venido reseñando, que esta normativa que exige el cargador universal es de obligado cumplimiento en territorio de la Unión Europea. Fura de las fronteras de la UE podemos seguir encontrando los mismos problemas de incompatibilidad que hasta la fecha.