Bicicletas para ciudad: la alternativa al transporte público
La subida de los carburantes, de los precios del transporte público, la congestión de vehículos en las urbes y la contaminación, entre otros factores, ha hecho que un invento de finales del siglo XIX se haya erigido en la mejor alternativa para hacer frente a estos problemas.
Y es que la bicicleta se presenta como el vehículo más ecológico, económico y saludable, que resulta ser el medio más rápido y eficaz en las grandes ciudades para desplazamientos de 7 a 10 kilómetros.
Implantación progresiva en España de las bicicletas
En Europa, la cultura de la bicicleta está muy extendida. Una encuesta de la Unión Europea realizada en octubre de 2010 revelaba que 35 de millones de europeos la usan como transporte principal. En países como Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Dinamarca o Alemania cuentan un gran número de adeptos, y ciudades como Berlín, Ámsterdam, Londres o Bruselas, entre otras, son referentes en el uso de la bicicleta para desplazarse por la ciudad.
España está lejos de estos niveles. Se estima que cada día dos millones de españoles utilizan la bicicleta para desplazarse y se prevé que en año 2020 habrá otro millón más. Vitoria, Santander, Gijón, Sevilla, Barcelona, Valencia y Madrid intentan seguir los mismos pasos que sus hermanas europeas, aunque les queda mucho camino por recorrer. Sevilla está a la cabeza, con más del 6 por ciento de desplazamientos diarios. En San Sebastián, Zaragoza y Vitoria el porcentaje es de un 3, Barcelona un 2 y en Madrid sólo un 0,3 por ciento.
Para un mejor desarrollo del transporte de dos ruedas en la ciudad nació hace tres años la Red de Ciudades por la Bicicleta, una asociación que persigue hacer más segura y desarrollar la circulación de los ciclistas, especialmente en el medio urbano. Actualmente son más de 50 los socios que representan a más de un centenar de ciudades españolas (grandes, medianas y pequeñas): Barcelona, Bilbao, Sevilla, Ourense, Murcia, Santander, Albacete, entre ellas.
Ciudad y bicicleta
Aunque las autoridades municipales intentan impulsar el uso de la bicicleta, ésta se encuentra con problemas para moverse por la urbe. La falta de infraestructuras, la gran cantidad de vehículos a motor, además de la velocidad de éstos, dificultan su circulación.
La Dirección General de Tráfico (DGT) establece diez claves para el entendimiento entre coches y bicicletas: entre ellas, no usar los pasos de peatones si se va en bici, utilizar el timbre para advertir de su presencia o señalizar las maniobras. Se exige también el conocimiento de las normas de tráfico y el código de circulación, ya que los ciclistas están expuestos a ser sancionados si no cumplen las normativa de tráfico o la municipal.
Pero también es necesario que las ciudades adapten su entorno para que la bicicleta sea una alternativa real:
- Mejora de la infraestructura de carriles bici. Para conectar el mayor número de zonas de la ciudad, que se mantengan en buen estado y estén bien señalizadas.
- Buena localización de aparca-bicis. Para que los ciclistas no se encuentren con dificultades para el estacionamiento de las bicicletas.
- Mayor oferta de alquiler.
- Realizar campañas de educación vial. Dirigidas a los usuarios de las bicicletas, peatones y conductores, para que estos tres colectivos coexistan sin problemas en sus desplazamientos por la ciudad.
Ventajas de la bicicleta en ciudad
El desplazamiento por las ciudades utilizando las bicis ofrece una serie de ventajas:
- En el transporte: método más rápido y flexible para distancias cortas.
- Construir sus aparcamientos son más baratos que los de los vehículos, y en poco espacio se pueden dejar muchas más unidades.
- Para el medioambiente: una bicicleta no genera emisiones contaminantes y casi no se emite ruido.
- Para la salud: su uso mejora la forma física, se disminuye el riesgo de padecer ciertas enfermedades (diabetes, hipertensión, entre otros), ayuda a mantener el peso, y mantiene el bienestar psicológico, entre otros.
El alquiler, una interesante opción
Más de un centenar de ciudades españolas ofrecen ya servicios públicos de préstamo. Barcelona fue la pionera con Bicing, y después le han seguido Sevilla con Sevici, Zaragoza con Bizi o Valencia con Valenbisi.
Este tipo de servicios de carácter municipal favorecen el establecimiento de puntos de anclaje con bicicletas diseminados por la ciudad. El usuario toma la bici en un punto y la devuelve en otro, facilitando los traslados por el casco urbano.
Un estudio de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) sobre los servicios públicos de alquiler de bicicletas señala a Barcelona y Sevilla como las ciudades que ofrecen mayor número de bicicletas. Por el contrario, Córdoba es la de menor servicio, con 35 unidades.
Además de los desplazamientos cotidianos, el uso de la bicicleta se está incrementando para ocio y turismo. De hecho, cada vez está siendo más habitual ver a turistas que, a dos ruedas y mapa en mano, disfrutan de los atractivos de nuestras ciudades.
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