Algoritmos verdes para conseguir una inteligencia artificial sostenible
La inteligencia artificial es el futuro, y su auge actual resulta tan fascinante como controvertido, dada su veloz e irrefrenable evolución que casi escapa ya al control humano y empieza a suscitar polémicas. Pero hay otro aspecto a considerar que cabe tomarse muy en serio, y que no es otro que el elevado coste energético de estos servicios. Y para encaminar la IA hacia una senda más sostenible se ha creado el Programa Nacional de Algoritmos Verdes para desarrollar una tecnología respetuosa con el medioambiente, guiada por criterios de sostenibilidad y aplicada al desarrollo de acciones contra el cambio climático.
Nuestro día a día no se entiende sin el uso de la tecnología, y en buena parte de los servicios que esta nos ofrece está presente la Inteligencia Artificial. Y para dotar de dichos servicios nuestros dispositivos cotidianos y profesionales deben fluir los datos, muchos datos, que necesitan y consumen mucha energía, aunque según los expertos aún no existen mediciones exactas a nivel global. Y como es obvio que esta carrera es imparable, parece sensato empezar a idear formas más sostenibles para contrarrestar ese consumo, los algoritmos verdes.
Por algoritmos verdes o Green IA entenderemos esos energéticamente eficientes, que dejen menos huella de carbono. O sea, algoritmos más eficientes a la hora de construirlos, que consuman menos recursos y consigan el mismo resultado. Y por supuesto, aquellos que sirvan para ser más sostenibles. Por ejemplo la domótica doméstica que controla el consumo eléctrico.
Emisiones de carbono
En cualquier caso, los algoritmos verdes estarán orientados a mejorar la sostenibilidad y que las emisiones de carbono provenientes de internet, y la inteligencia artificial en particular, sean lo más bajas posibles. Y trabajar en ese sentido es el propósito de la creación del Programa Nacional de Algoritmos Verdes.
En definitiva, el objetivo es que cualquier dato empresarial sea interpretado por algoritmos verdes. Es decir, unos algoritmos que tendrán en consideración muchas más características y factores para mejorar los procesos de todo tipo, desde empresariales a logística o transporte. Además, buscarán ser más eficientes, ahorrar energía, contaminar lo menor posible, consumir el mínimo agua o resolver cualquier otro desafío complejo que pueda amenazar la sostenibilidad ambiental.
