Cosas que no sabías del dinero (I)
“Poderoso caballero es don dinero”, reza el refranero popular, pero además de eso puede ser peligroso, tanto para nuestra salud como para nuestra integridad física o nuestra seguridad, pues no siempre se mueve en las mejores compañías.
Según la Agencia Británica contra el Crimen Organizado, el 90% de los billetes acuñados de 500€ está en manos de las asociaciones ilícitas del crimen organizado. Algo que se explica en el hecho de que el alto valor de estos billetes hace que no sean habituales entre la ciudadanía y que se utilicen casi exclusivamente en transacciones. Algo que los bancos suelen hacer por lo general electrónicamente – sin necesidad de tocar papel-, mientras que el crimen organizado utiliza otras vías al margen del curso legal.
Y hablando de operaciones delictivas, una curiosidad nada admirable y muy preocupante es el hecho de que en Colombia acabaron por sustituir la moneda de 1.000 pesos, que circuló legalmente entre los años 1997 y 2001, por el billete de 1.000 pesos, ya que la metálica era falsificada de tal forma que cuando todas fueron retiradas del mercado, la cantidad de monedas falsas sobrepasaba a las originales.
Y es que falsificar moneda es casi una práctica común entre los estafadores de todo el mundo y de todas las épocas. De hecho, en algunas partes del mundo, en la Edad Media, se castigaba con la pena de muerte a quienes falsificaban monedas, de tan frecuente y pernicioso que era para las arcas públicas.
Por cierto, una curiosidad relacionada con esta práctica ilegal – algo que todo falsificador ya debe saber- es que no se pueden reproducir billetes con el Adobe Photoshop. Este programa de edición gráfica contiene un sistema de reconocimiento capaz de detectar imágenes de dinero, impidiendo que puedas trabajar sobre ellas o siquiera abrirlas.
La salud, tal y como advertíamos al principio, también puede verse perjudicada por el dinero, ¿cómo?
Según algunas fuentes sanitarias, en un billete pueden detectarse más bacterias que en el inodoro de cualquier casa. Y es que el papel moneda, que puede considerarse más una tela que un papel, pues su composición es una mezcla de 25 % algodón y 75 % lino, es poco menos que un nido bacteriológico, donde algunos virus, como el de la gripe, pueden vivir hasta diez días, cuando como media fuera del cuerpo humano no sobreviven más de 48 horas. Un foco de infección evidente y además extremadamente contagioso, si tenemos en cuenta lo rápido que el dinero cambia de manos.
También habrá que considerar como un riesgo las alarmantes estadísticas que arrojan algunos estudios realizados por universidades estadounidenses, y que aseguran que el 90% de los billetes en circulación tenían restos de cocaína. Pequeñas cantidades, obviamente, pero que pasan de mano en mano.