Cómo colaborar con una ONG
Naciones Unidas reconoció en 1945 a las Organizaciones No Gubernamentales y las definió como “cualquier grupo de ciudadanos voluntarios sin ánimo de lucro que surge en el ámbito local, nacional o internacional, de naturaleza altruista y dirigida por personas con un interés común”.
Desde entonces, este tipo de iniciativas se ha propagado por todo el mundo, impulsando proyectos de desarrollo y cooperación en los países más desfavorecidos bajo diferentes formas jurídicas: asociación, fundación, cooperativa o congregaciones religiosas.
Entre las distintas ONGs se establece una clasificación según los campos de actuación en los que se mueven cada una de ellas: organizaciones voluntarias, comunitarias o populares, para el desarrollo, de inmigración, y servicios no lucrativos.
Las aportaciones solidarias
En España existen más de tres millares de ONGs que se financian a través de aportaciones públicas, provenientes de las distintas administraciones, y privadas, en forma de donaciones y de socios (casi tres millones, aunque si se cuentan los que aportan dinero esporádicamente se elevaría a siete), que entregan anualmente 540 millones de euros. Pese a que las cifras pueden parecer muy elevadas son inferiores con respecto a Europa. De hecho, casi un 20% de la población española es donante, tres veces menos que en países como Francia o Reino Unido.
Antes de colaborar económicamente con una ONG resulta conveniente tener claro a qué causa se quiere ayudar, cuánta cantidad se quiere entregar, elegir la organización que responda mejor a nuestros deseos, conocer detalladamente su funcionamiento, su forma de financiación e informarse del proyecto al que se va a destinar el dinero.
Estas aportaciones pueden desgravar siempre que la ONG esté en la lista de organizaciones de utilidad pública que elabora el Ministerio del Interior. Para ello deben solicitar su inscripción y cumplir los requisitos que se solicitan. De esta forma, socios y donantes podrán acogerse a beneficios en su declaración del IRPF.
Las entidades, por su parte, obtienen beneficios fiscales en el Impuesto de Sociedades, pudiendo quedar exentas de tributos como el IBI, el IAE, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados o el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana.
Los voluntarios, la base de las ONGs
Las organizaciones gubernamentales cuentan con una estructura interna en la que voluntarios y cooperantes constituyen la base de su funcionamiento y el medio para desarrollar sus proyectos en diversas partes del mundo. Sin embargo, hay diferencias entre uno y otro. Mientras los primeros no son asalariados ni cuentan con un contrato que les vincule a las estas entidades, los cooperantes sí lo tienen. En ambos casos, para su labor en el extranjero han de recibir todo tipo de información sobre el lugar donde van a desarrollar su actividad.
Reunidos por iniciativa de la International Associationfor Volunteer Effort, (Asociación Internacional de Esfuerzos Voluntarios), en el Congreso Mundial LIVE’90, en París, los voluntarios elaboraron una Declaración Universal sobre el Voluntariado, resultado de la propuesta presentada en el Congreso Mundial de Washington, en 1988. En ella se establecen algunos principios: es una decisión voluntaria, se manifiesta en una acción o movimiento organizativo, y contribuye a un desarrollo social y económico más equilibrado.
Resulta conveniente, antes de trabajar o colaborar con una ONG, valorar previamente algunos aspectos que aconseja la Fundación Lealtad y que pueden ayudar a que la candidatura sea seleccionada. Se trata de definir las prioridades, informarse del puesto que ofrecen, decidir de acuerdo a la formación y experiencia, pedir más datos en la entrevista personal y tener claro el grado de disponibilidad para trabajar como voluntario.
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