Novedades en la normativa del compromiso empresarial con el medio ambiente
Por este motivo, las empresas cada vez están más interesadas en la denominada gestión ambiental, consistente en garantizar que sus actividades productivas o comerciales se ciñen a los parámetros exigidos de respeto medioambiental.
Dicha gestión se ajusta a los criterios marcados por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y recogidos hasta la fecha en la Norma ISO 14001, aplicada actualmente en empresas, entidades y organizaciones de más de 171 países. Pero dada la evolución de los mercados y la cultura medioambiental que va extendiéndose por todo el planeta fortaleciendo la concienciación ecológica de la población, la ISO ha publicado una nueva versión actualizada de la norma, a la cual deberán ahora adaptarse todas las empresas o entidades, en un plazo máximo de tres años (finalizará en septiembre de 2018), si quieren conseguir o renovar su certificado de calidad medioambiental.
El principal objetivo de la revisión de la norma es facilitar la integración de ésta en los demás Sistemas de Gestión–una corriente cada vez más demandada en las empresas— y que sean más accesibles para todo tipo de organizaciones, especialmente en el sector servicios.
La revisión de la norma incorpora una mayor protección del medio ambiente y un control de la contaminación mediante la incorporación de prácticas para la prevención de la contaminación y el uso sostenible de los recursos disponibles; la consideración efectiva de la variable ambiental como un elemento estratégico en la gestión empresarial; el refuerzo del papel de la alta dirección en el liderazgo del sistema de gestión; enfoque al ciclo de vida completo y una comunicación más efectiva en la que la información publicada sea transparente y fiable.
Ventajas de la certificación
Las normas técnicas son documentos al alcance de todos, que contienen el consenso del mercado sobre las buenas prácticas a la hora de abordar cuestiones clave para la competitividad de las organizaciones. Los expertos aseguran que las ventajas de un certificado de gestión ambiental son numerosas, aunque pueden resumirse en tres: transmite compromiso de forma directa y creíble ante terceros (lo cual genera una visión positiva de la compañía); se obtienen beneficios económicos por la optimización del consumo de energía y por la optimización de los procesos, y reduce riesgos legales ante posibles demandas.
Además, adicionalmente, la norma ayudará a eliminar barreras a la exportación y facilitará el acceso de las empresas acreditadas a subvenciones y otras líneas de financiación preferentes.
La norma ISO 14001 exige a las empresas crear un plan de manejo ambiental que incluya: objetivos y metas ambientales, políticas y procedimientos para lograr dichas metas, responsabilidades definidas, actividades de capacitación del personal, documentación específica y un sistema para controlar cualquier cambio y avance realizado en el tiempo.
Esta normativa se aplica a todo tipo de empresas y se ha convertido en el medio internacionalmente más aceptado para corroborar el compromiso de éstas con el medio ambiente, dado que resulta imprescindible el uso de herramientas que integren el medio ambiente en la gestión global de la empresa.