FLA: Préstamos Autonómicos del Estado. ¿Cómo funcionan?
Se trata de una línea de crédito, avalada por el Estado y gestionada a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), concebida para prestar dinero a las diferentes Autonomías españolas, de modo que no sean ellas las que tengan que ir a los mercados para financiar su deuda. Así, es el Estado central quien lo hace, reduciendo de esta manera el número de competidores por lograr dinero, lo que ayuda a reducir el coste del mismo por la ley de la oferta y la demanda.
Los préstamos del FLA no son a fondo perdido, desde luego, aunque las condiciones son ventajosas para las administraciones locales o autonómicas que las solicitan. Pero aparte de los intereses que generan, implican un compromiso singular que caracteriza esta línea de crédito, y que consiste en que el solicitante deberá explicar al Estado mensualmente su estado de tesorería y el nivel de cumplimiento de su presupuesto. Todo ello con el objetivo de que el Estado pueda controlar que el déficit no supera el 1,5%. Es decir, que la Comunidad Autónoma que ha obtenido fondos del FLA se gasta como máximo un 1,5% más de los ingresos que tenía previsto en sus presupuestos generales. Y si esto no se cumple, y la CC.AA no alcanza el objetivo de déficit, el Estado le podrá obligar a realizar los recortes necesarios para que lo haga. Una circunstancia que en los últimos años de recesión se ha dado de forma reiterada y ha ocupado muchos minutos y páginas de los medios de comunicación.
La dotación del FLA, que en 2014 rondó los 23.000 millones de euros, procede en una tercera parte aproximadamente de los fondos recaudados por Loterías y Apuestas del Estado.