Los alumnos españoles acaban la enseñanza obligatoria sin saber interpretar una factura
El último ejemplo ha sido un informe del programa internacional de evaluación que arroja la siguiente realidad: uno de cada seis alumnos españoles de 15 años (16,5%) tiene dificultades para resolver asuntos sencillos de economía doméstica, como interpretar una factura, tomar decisiones sobre el gasto cotidiano o utilizar una tarjeta de crédito. Unos datos más alarmantes, aún si cabe, atendiendo al hecho de que los alumnos evaluados son aquellos que finalizan la etapa de enseñanza obligatoria y, por lo tanto, se enfrentan a la decisión de seguir estudiando o de acceder al mercado laboral. Algo que afrontarían con las enormes carencias referidas en el informe, las cuales lógicamente les dificultaría muchísimo su adecuada integración en el mismo, ya que algunas de sus limitaciones hacen referencia, por ejemplo, al uso de cuentas bancarias u otros sencillos y funcionales productos financieros necesarios para las mínimas necesidades de la economía doméstica y cotidiana.
Otras conclusiones del estudio son, por ejemplo, que el 59 por ciento de los alumnos españoles tiene una cuenta bancaria abierta, y son estos los que mejores resultados consiguen en competencia financiera; y por otro lado, se ha detectado un 15% de la variación de rendimiento en materia financiera en función del nivel socioeconómico del alumno. Los alumnos con al menos uno de los padres con profesión cualificada puntúan mejor en esta prueba que aquellos cuyos progenitores tienen menor cualificación. Cabe destacar también el siguiente dato: los alumnos inmigrantes en España obtienen tienen menor nivel de conocimientos financieros que los nativos con un nivel socioeconómico parecido.
En su cómputo global, el informe convida a la reflexión a todos los niveles, pues los resultados son evidentemente mediocres. Pero cabe decir que en España, el Ministerio de Educación desarrolló por primera vez un programa formativo que incluía la educación financiera en Secundaria en el curso 2010/11. Se denominó “Finanzas para todos” y el piloto dirigido a chicos de 3º ESO (14-15 años) constaba de 10 horas de enseñanza de conceptos básicos financieros.
La actual Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que comenzará a implantarse este próximo mes de septiembre, introduce en sus currículos de Primaria y Secundaria la enseñanza financiera. Los resultados aún están por ver.