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Totalmente consolidadas en el sector de servicios de transporte aéreo, las agencias de vuelo Low cost basan sus ventaja competitiva en prácticamente un único factor: El precio.

Vuelos low cost

Y lo consiguen rebajando costes en todos los puntos posibles (un único tipo de avión para facilitar el entrenamiento de los pilotos y personal de vuelo, aeropuertos de origen y destino un poco más alejados de los destinos definitivos, control estricto de la cantidad de carburante, peso por viajero y tiempos de vuelo…), pero también dejando fuera de su servicio ¨básico¨ los elementos no esenciales del vuelo.

Ante este escenario es habitual que el usuario/comprador se inquiete por la posible disminución o vulneración de sus derechos (por aquello tan manido de “lo barato sale caro” que parecemos tener grabado en la mente a base de oírselo a nuestros mayores toda la vida), y sobre ello vamos a tratar de arrojar alguna luz hoy.

En los aspectos legales referidos al overbooking (que ya tratamos aquí), cancelación, deterioro del equipaje y retrasos, los derechos de los usuarios son exactamente los mismos que en una compañía con tarifas no tan reducidas.

De este modo, en caso de cancelación existirá un derecho compensación para el viajero que dependerá de la distancia a recorrer y del vuelo alternativo que se les ofrezca, entre 250 y 600 euros. De este modo, puede que no exista derecho de compensación si el vuelo se cancela:

  • En las dos semanas anteriores al mismo, pero antes de los 7 últimos días, y siempre que no se ofrezca una alternativa con un máximo de dos horas de diferencia respecto a la salida inicialmente prevista, y cuatro respecto a la de llegada.
  • En la semana anterior al vuelo, con salida alternativa y llegada con un máximo de una y dos horas de diferencia respecto a las originales respectivamente.

De igual modo se reembolsará parte del precio del billete (entre un 30 y un 50%) si se produce un cambio en la clase del billete y se compensará por deterioros en el equipaje o por su pérdida.

Se mantienen, como decimos, los mismos derechos que en cualquier otro vuelo.

¿Dónde aparecen entonces las diferencias entre una compañía low cost y una “normal”?

En muchas ocasiones este tipo de compañías tratan de que el usuario/comprador adquiera servicios adicionales para aumentar su volumen de ingresos, por lo que hay dos conceptos a los que deberemos prestar especial atención para evitar sorpresas: Condiciones y asteriscos.

Como en cualquier otro servicio de e-commerce las condiciones legales deben ser leídas con detenimiento, ya que en ellas se detallarán aspectos que puede que no queden muy claros en el proceso de compra (sobre todo si tenemos en cuenta que alguna de estas compañías parecen tener especial interés en que efectivamente no queden claro). Así, será en las condiciones legales donde aparecerán las limitaciones respecto al equipaje de mano, que en términos generales se concretará en una sola maleta que no supere determinadas medidas (55x40x20 cm) incluyendo asas, ruedas. protectores… y entre los 5 o 10 kg de peso según compañía. Hay que tener en cuenta que en caso de que no cumpla alguno de los baremos (medidas o peso) se considerará facturable, con el consiguiente coste añadido, que además es probable que haya que pagar en efectivo (al no disponer en facturación de sistemas de cobro con tarjeta).

Será también en las condiciones donde se especifiquen costes añadidos, como el cobro por remisión de la tarjeta de embarque en el aeropuerto (conviene llevarla impresa de casa), el extra por la elección de asiento, etc..

De este modo, aunque aparentemente la elección de asiento (por ejemplo) pueda parecer que no conlleva un pago añadido, es posible que (marcado con asterisco o no) las condiciones legales que se aceptan a la hora de pagar indiquen que, efectivamente, tiene coste. Y lo mismo ocurrirá con el sistema de pago (VISA, MASTERCARD, etc,,,) o con servicios como la comida del avión, e incluso el acceso a mantas o almohadas en los casos más extremos.

En definitiva, si bien los derechos que ofrece a los viajeros una compañía Low Cost y una normal son, en esencia, los mismos, deberemos estar especialmente atentos a todos los pequeños “extras” que, indicados claramente o no, pueden suponer sobrecostes. En cualquier caso, todos ellos van a aparecer en las condiciones legales, o en su defecto en el resumen de compra previo al pago final. Y será este precio el que deberemos tener bien claro antes de firmar… ya que en ocasiones, y si no hemos sido cuidadosos con determinadas casillas (como la de “quiero el seguro adicional de viaje”, por ejemplo) puede ser sustancialmente diferente al inicialmente planteado.

Viajar a bajo coste no supone renunciar a derechos, pero si aumentar un poco las precauciones ala hora de contratar. Decía un profesor de primaria que tuve la suerte de tener: Leer despacio para volar muy alto. No parece un mal consejo, la verdad.

Eneko Delgado
Abogado de Nuevas Tecnologías
Puedes seguirlo en Twitter en @EnekoDelgado

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