¿Por qué el precio del petróleo afecta tanto a la economía española?
El petróleo, conocido también como “oro negro”, es la principal fuente de energía a nivel mundial. La dependencia actual de este recurso energético es tan grande que la gran parte de los productos y servicios del mercado se ven afectados por las continuas subidas de su precio.
Precisamente, este incremento repercute en nuestra economía doméstica: en nuestra cesta de la compra por el precio de los alimentos; en los servicios que utilizamos, como el transporte público; el gasóleo para la calefacción; la adquisición y/o recambio de piezas para el coche o llenar el depósito de nuestros vehículos, por ejemplo. Esto es así porque la mayoría de los productos utilizan petróleo o alguno de sus derivados, como la gasolina, en alguna de las fases del proceso de producción.
También influye la variación del coste del “oro negro” en la economía general de un país. Así, un informe publicado por el banco suizo UBS pone de manifiesto que cada subida de 10 dólares en el precio del crudo puede generar 0,2 puntos de inflación durante el primer año y 0,1 durante el segundo. Este incremento hace que la compra de este producto energético resulte más caro, lo que también repercute en el Índice de Precios al Consumo (IPC).
España, gran perjudicada
El precio del petróleo afecta enormemente a la economía de nuestro país. Y es que España, al carecer de reservas propias, necesita importar todo el petróleo del exterior, y lo que paga por él depende de que haya estabilidad en cada uno de los países importadores. Es decir, si un país al que se compra crudo se ve inmerso en un conflicto (Libia, Túnez, Egipto o Nigeria, por ejemplo) reducirá el número de barriles que extrae y por lo tanto el precio del crudo se incrementará.
El petróleo, y sus derivados, son vitales para nuestra sociedad. Por eso, los expertos insisten en la importancia del desarrollo de energías alternativas. Desde hace años se investigan nuevas fuentes alternativas (eólica, geotérmica, solar, etc.) para suplir a las actuales. Además, estas provienen de recursos naturales a los que se puede acudir de forma permanente. En su contra tienen el elevado coste de su producción que, entre otros factores, frenan su expansión.
Por su parte, la Unión Europea ha fijado como objetivo que en el año 2020 el 20 por ciento del consumo final bruto sea aportado por energías renovables. ¿Se cumplirán estas previsiones?
Países productores y consumidores de petróleo
Las mayores zonas de producción de petróleo son Oriente Medio (33 por ciento), Norteamérica (17 por ciento), Rusia (16 por ciento) y África (10 por ciento).
Por otro lado, los países más consumidores de petróleo se concentran en Asia (China, Japón, India y Corea del Sur, con un 23 por ciento del consumo total), y en Norteamérica (con Estados Unidos al frente con el 21 por ciento del consumo mundial), seguidos por Europa (con un 18).
Según los datos ofrecidos por la Corporación de Reservas Estratégicas de Hidrocarburos (CORES), en 2012 España compró crudo sobre todo a países africanos (Nigeria, Libia, Angola…), después a países americanos (México, Colombia, Venezuela…), a Oriente Medio (Arabia Saudí, Irak, Irán…) y a Europa (Rusia, Kazajistan…). En total, 58.697 toneladas de crudo.
Indicadores en los que influye el precio del petróleo
El encarecimiento del precio del crudo provoca una subida en los carburantes y un incremento en el transporte público y privado, lo que hace que suban también los productos básicos. Además, este alza se traslada al Índice de Precios al Consumo (IPC) que muestra la evolución del conjunto de precios de bienes y servicios que consume la población.
¿Qué determina su precio?
- Mayor demanda y menor oferta. A mayor demanda, los precios suben, a menor oferta, lo mismo, y viceversa.
- Tensión política en los países productores. Su inestabilidad hace aumentar el precio debido a los mayores costes que exige su extracción y su mayor dificultad para transportarlo a otros países.
- Dólar. Esta moneda, que se utiliza internacionalmente para la compra del crudo, fluctúa libremente y las variaciones de su tipo de cambio alteran el precio del petróleo.
- La OPEP. La Organización de Países Exportadores de Petróleo fija el precio del petróleo, en base al número de barriles que se pone en el mercado. Un aumento de producción supone su bajada, mientras que un recorte se traduce en una subida.
- Especulación en los mercados. Algunas organizaciones interfieren en el mercado y provocan una subida del precio del barril.
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