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Montar un negocio: cuándo, cuál y cómo

¿Estamos en la recta final de la crisis? Cada día son más los informes de organismos internacionales que destacan indicios de que en 2014 se empezará a verse cierto repunte de la actividad mundial: las principales bolsas mundiales están en niveles previos a la crisis y los indicadores de confianza empresarial de las grandes potencias marcan niveles de optimismo no conocidos hasta ahora.

Esto no quiere decir que en España esta tendencia se materialice dentro de los próximos 12 o 18 meses. El deterioro provocado por la crisis inmobiliaria y financiera  ha sido excesivo para que la economía pueda rebotar en cuatro o cinco años como en ocasiones anteriores. Además hay que añadir el perjuicio que han provocado los remedios que se han puesto en práctica desde 2010. Medidas como el PlanE, el Cheque Bebé o, más recientemente, la subida del IVA a sectores de ocio, como el cine, los libros electrónicos y muchos pequeños negocios… han tenido y están teniendo hoy en día efectos perniciosos sobre la actividad en el tejido de las pymes, las generadoras de empleo en nuestro país.

Precisamente esta última, la subida de impuestos a las clases medias, sumada a los recortes en los principales campos del Estado de Bienestar (educación, sanidad y jubilados) han apaciguado los voraces intereses que los inversores extranjeros han exigían en los dos últimos años para financiar la deuda pública española. Bruselas está contenta, pero la realidad nacional no es tan halagüeña y la recuperación tardará en llegar, sobre todo la del empleo, verdadero azote de la sociedad española actual. Desde la Unión Europea nos han dejado bien claro que son necesarios nuevos ajustes, pese a que España avanza en la buena senda.

De lo que los expertos están cada día más convencidos es que una importante parte de esta recuperación vendrá de la mano de los autónomos y de las pymes. Y la pregunta del millón es: ¿ha llegado ya la hora de invertir, de montar un negocio o ampliar la actividad? De ser así, en qué momento, en qué sectores y de qué manera.

¿Cuándo lanzarse a crear nuestro negocio: ahora ya en 2013 o esperar a 2014?

Está claro que los nuevos empresarios con vocación exportadora ya tienen buenas perspectivas de mercado en el exterior para el segundo semestre de 2013 y para 2014. Además, la devaluación interna que está sufriendo el país (vía fiscal y merma del poder adquisitivo) permite encontrar dentro del mercado nacional buenos precios en contratistas y mano de obra. Para quienes estén pensando en ofrecer servicios o productos a la exportación, las cuentas empiezan a cuadrar en los planes de negocio, sobre todo en aquellos con fuerte componente de internet, donde los costes se abaratarán más aún. Es más, es posible que si dejamos pasar varios trenes, los costes de representación y de promoción en los países dónde queremos exportar sean más altos a medida que la actividad se sustancie.

Si en cambio, nuestro futuro negocio se va a basar en el mercado español, posiblemente haya que esperar un poco más. Por tres motivos muy claros que los consultores empresariales y los gestores de pymes siempre recalcan en sus consejos:

  • La incertidumbre que todavía se cierne sobre el mercado español
  • La previsible bajada de los costes (productos y servicios) en los próximos meses
  • La necesidad de planificar bien nuestro proyecto

Este último es quizá el más importante y en el que los asesores de empresas están notando más precipitación de la que sería desear en los últimos meses, fruto de la avalancha de “nuevos autónomos” que se venido produciendo en los anteriores 12 meses. Estudiar los mejores sectores, elegir el canal apropiado para desarrollar un negocio tradicional (en marcha o en fase de gestación) o dar con una estructura sostenible de nuestra empresa no son labores que se cumplen del día a la mañana. Abrir un negocio, darse de alta como autónomo, se ha convertido en una necesidad para muchos trabajadores y profesionales en paro de la que ahora tienen sacar vocación de emprendimiento. Y eso, precisa de reflexión.

¿Qué negocios serán los mejores en el panorama nacional?

Buscar la mejor oportunidad. Es quizá el axioma que mejor resume el espíritu emprendedor que debe marcar el norte de todo nuevo negocio. El que puede despertar el gusto por asumir un riesgo controlado y los frutos que puede reportar. Lejos ya de las grandes ilusiones por la especulación inmobiliaria o del socorrido sector turístico, el “retrato robot” de los negocios que van a serlo en los próximos meses ha cambiado mucho. Además, no es el mismo según el patrón del aspirante a ser “su propio jefe”.

Las industrias tradicionales, y de cierto volumen, tienen claro que la oportunidad pasa por reducir o contener peso dentro de nuestro país y mirar hacia fuera. A nivel individual, el extranjero es evidente que se ha convertido en una opción para un número creciente de jóvenes españoles con suficiente preparación pero sin perspectivas de encontrar empleo dentro de nuestras fronteras.

Pero, ¿cuáles son las salidas para las pymes y los profesionales que no pueden vender en el exterior? ¿Dónde están esas oportunidades que se van a generar en los años que todavía nos quedan de crisis?

Formación. Es quizá uno de los sectores que mayor posibilidad de funcionar tiene en los próximos meses. La necesidad (demanda) de formación es patente en un país que tiene una tasa del desempleo que lidera los rankings de la Unión Europea. Los planes que se están fraguando en Europa para combatir el creciente desempleo pasan por colmar las lagunas de preparación de la población en paro. Y en una España “post ladrillo” las necesidades de conocimiento de todo el sector arrojado de la construcción son muy importantes. Y no sólo los parados van a demandar formación. Todos los nuevos empresarios que están abriendo negocios personales van a ser también un nicho de negocio para las academias de todo tipo de disciplinas: idiomas, fiscalidad, gestión, creación de páginas web… Nadie niega que el empresario que monta su propio negocio termina siendo una orquesta ambulante.

Consultoría. Precisamente, los profesionales (en paro tras haber trabajado en una empresa o con los clientes tradicionales de capa caída) también van tener una posibilidad con este nicho de nuevos emprendedores. El asesoramiento y la contratación de servicios van a resultar fundamentales para impulsar las compañías en temas tan necesarios como el negocio electrónico, vía el nuevo mundo de las redes sociales, o la actividad exportadora. Las “start-up” son un buen ejemplo de cómo un experimentado consejo encaja perfectamente con el empuje de los jóvenes emprendedores.

Tecnologías de la información y la comunicación. Las conocidas TICs, no conocen hoy la crisis. La demanda de adaptación a los nuevos formatos electrónicos ha abierto la puerta de negocio a muchos profesionales que compiten con sus desarrollos con las grandes del sector en las tiendas de descarga de aplicaciones para los ipads, iphones, smarphones y tablets de Android. Pero también para muchas pequeñas empresas que han visto en los servicios online una posibilidad de ofrecer precios competitivos y colmar una demanda a la que no llegan las compañías tradicionales.

¿Cómo abordar la creación de nuestra empresa: por solitario o en franquicia?

La forma de empezar nuestro negocio o de “darle un empujón” también debe ser objeto de análisis y de adecuación a los tiempos que corren. Los pequeños comercios están en franca retirada por la atonía de la demanda y la carestía de crédito. Algo que de momento están capeando las franquicias. El crecimiento de las enseñas, en todos los sectores, desde cafés y bares hasta marcas de mercería) ha sido ininterrumpido en estos años de atrás, los peores supuestamente.

Si el proyecto de empresa requiere una mínima inversión en un sector de consumo final, la opción de abrir una franquicia no se puede descartar del plan de negocio. Otro tema distinto es que se trate de emprendedores cuyo negocio descanse en su talento individual, las nuevas condiciones que se abren con la nueva ley de emprendedores para los autónomos aconsejan la opción individual como punto de partida para proyectos de inversión accesible.

Antonio de Miguel
Periodista y blogger financiero
Puedes seguirlo en Twitter en @AntoniodeMiguel

 

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