¿Resto importe o resto capital?
Cuando optamos por una hipoteca no es suficiente con fijarse en el tipo de interés, sino que también debemos tener en cuenta lo que terminaremos pagando. Uno de los elementos al que menos atención se suele prestar es el sistema de amortización hipotecario, es decir, la fórmula empleada para el pago del préstamo.
Si tenemos algo de dinero ahorrado, podemos destinarlo a quitarnos parte de la hipoteca. Existen diferentes sistemas de amortización hipotecarios que determinan la forma en la que se devolverá el dinero. ¿Cuál debemos elegir?
Por un lado, con la amortización en plazo, reduciremos el tiempo en el que terminaremos de pagar el préstamo. De este modo, pagaremos a largo plazo menos intereses a la entidad financiera que si hacemos una reducción en cuota. Por lo tanto, este tipo de amortización debería ser una buena opción para las familias que pagan cómodamente su hipoteca.
Por otro lado, con la amortización en cuota, reduciremos la cuota mensual y viviremos más desahogados, pudiendo invertir el dinero en comprar otras cosas, hacer reformas en casa, etc. Sin embargo, seguiremos hipotecados los mismos años, o incluso más.
Además, no hay que perder de vista los intereses del mercado, ya que en situaciones como la actual, en la que los intereses son especialmente bajos, resulta más rentable quitar cuotas. Esto se debe a que gran parte de la cuota mensual que pagamos se destina a la amortización de capital, por lo que, aunque redujéramos la cuantía mensual, no estaríamos dejando de pagar muchos intereses. De esta manera, nos cubriríamos ante futuras subidas.
Ante la disyuntiva sobre qué opción es la más adecuada, piensa en tu situación económica actual, en los tipos de interés actuales y en si te gusta vivir el presente o pensar en el futuro.
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