Contraseñas, seguridad y gestión
En la era de la digitalización, las contraseñas forman parte de nuestra vida privada o profesional, teniendo que gestionarlas en todo tipo de ámbitos, desde el correo electrónico, pasando por los cajeros automáticos (ATM) de nuestras entidades financieras, los codificadores de televisión, redes sociales, teléfonos móviles, etc.
La interconectividad digital se hace presente y exige una atención para mantener alejados cualquier mala experiencia o amenazas digitales. Las claves, password o contraseñas son por ello obligadas. Sin embargo, al alcanzar un gran número de ellas podemos vernos abrumados para recordarlas todas, teniendo la inclinación de hacerlas sencillas o repetir la misma en todas las ocasiones. Errores comunes que se deben evitar.
Qué es una contraseña
Una contraseña de seguridad es una forma de autentificación que utiliza información secreta para controlar el acceso hacia algún recurso. Es, por tanto, una clave que brinda acceso a algo que, sin dicho código, resulta inaccesible.
Contraseñas de seguridad fuertes y débiles
Se consideran contraseñas débiles aquellas que resultan fáciles de romper para un ciberdelincuente o hacker y fuertes las que dificulta el acceso o, incluso, lo hacen imposible. Sin embargo, con la aparición de complejos algoritmos o de la Inteligencia Artificial (IA) no solo tendrás que protegerte de elementos humanos, sino también de sofisticados rastreos de datos que facilitan dejar expuestas tus claves combinando piezas sueltas de información.
Para evitar errores, eludir contraseñas débiles y establecer una contraseña fuerte. Además, deberás tener en cuenta las siguientes observaciones:
1/ Que sea una contraseña alfanumérica, esto es que cuente tanto con letras como números, así como símbolos, combinados entre ellos, mayúsculas y minúsculas.
2/ Que cuente con 16 caracteres. Según los expertos, a partir de esta cifra se incrementa exponencialmente la dificultad para quebrar una contraseña.
3/ Evitar claves vulnerables. El paradigma de una contraseña débil es el célebre ‘1234’. Hay que evitar también nombres, apellidos, fechas de nacimiento y similares.
4/ Disponer una clave diferente para cada elemento, tarjetas bancarias, emails, teléfono móvil, tablet, redes sociales, de lo contrario un robo puede suponer acceso a todo.
5/ Cambiar periódicamente las claves. Se suele recomendar actualizar las claves cada 4 meses.
6/ En ninguna circunstancia compartas la clave con nadie. Mantenla siempre secreta.
Una buena clave, esto es, fuerte, puede dificultar billones de años a un software de piratería.
Gestores de contraseñas
Para aquellos que se ven obligados a manejar multitud de contraseñas haciendo difícil tanto diseñarlas como memorizarlas han aparecido una serie de servicios que facilitan esta labor, los gestores de contraseñas. Evidentemente, siempre puedes escribir las contraseñas en un papel, pero consideremos otras alternativas.
Un gestor de contraseñas es un servicio que ofrece un sistema de datos cifrados para que puedas guardarlas con acceso con una password maestra o singular.
Es importante elegir un servicio acreditado, que exija una verificación, y eficiente, que ofrezca el servicio para todo tipo de aplicaciones, móviles, navegadores, etc.
Los gestores de contraseñas también facilitan la generación aleatoria de las mismas, ahorrando la dificultad de tener que hacerlo uno mismo.
Gestores gratuitos de contraseñas
Aunque hay numerosos proveedores de pago, es importante conocer que existen ofertas gratuitas de este servicio. Para elegir entre ellas deberás tener en cuenta:
1/ Que no se alojen en la nube. Sin intermediarios siempre será más seguro.
2/ Sincronización entre dispositivos.
3/ Disponibilidad entre las diversas plataformas: Windows, macOS, Linux, Android, iOS etc
4/ Debe actualizarse frecuentemente.
5/ Cifrados robustos y exigencia de verificación (mensaje al móvil para acceder a tu cuenta)
Formación ANEI