Domótica, el ahorro doméstico
El ahorro vía contención del gasto, ha pasado a ser una prioridad en la gran mayoría de hogares españoles, pero no siempre resulta sencillo en una época inflacionaria. Una política de ahorro vital, por converger buena parte del gasto doméstico, son los servicios básicos de la casa.
El término domótica viene de la unión de las palabras latina domus (que significa casa) y autónomo (del griego: αὐτόνομος o “que se gobierna a sí mismo”).
La domótica no debe ser confundida con la inmótica que se refiere a la automatización integral de edificios o complejos con alta tecnología, aunque la inmótica integra la domótica interna dentro de su estructura en red.
Según datos del IDEA, el consumo eléctrico medio por hogar ronda los 3.500 kWh anuales. Siendo un 25% del total de una vivienda. Si sumamos el consumo del gas y del agua, el gasto anual es importante.
A la necesaria optimización del gasto se une la necesidad de concienciación medioambiental, en el gasto de agua, ahorro de energía, gestión de basuras y otros. La domótica es una extraordinaria herramienta para que el consumidor pueda tener un control completo, así como autónomos, microempresas y comercios de sus locales profesionales, incluida la seguridad y vigilancia de casas e instalaciones.
Para ello, es necesario abordar una imprescindible inversión inicial, pero con la garantía de su amortización en un tiempo relativamente corto o podemos optar por incorporar de forma progresiva las diversas propuestas que encontraremos en el mercado.
Dentro de las aplicaciones de domótica podemos encontrar aquellas instaladas en el móvil, tableta u ordenador que facilitan una monitorización en la distancia con la comodidad que ello supone. Todo ello gracias al Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés).
¿Qué es el Internet de las Cosas?
IoT es un sistema de objetos físicos con sensores que recogen datos en tiempo real que les permiten procesar y transmitir esa información tanto al servidor como a otros dispositivos.
El Internet de las Cosas es un aliado de domótica a la hora de integrar estos objetos conectados en una herramienta con la que se puedan automatizar determinadas acciones.
Ventajas de la domótica
Algunas de las ventajas de la domótica son:
- Controlar de servicios en el hogar: gestión de luces con la programación del encendido/apagado o incluyendo sensores de movimiento que automaticen apagados en caso de ausencia, aires acondicionados, calefacción.
- Control de potencia de las luces: reducción del gasto por lámparas, modulando la intensidad de las bombillas y aumentando así su vida útil.
- Termostatos inteligentes: ajuste de la calefacción y aire acondicionado a los valores que decidamos.
- Gestión de persianas: interacción perfecta entre las persianas y la calefacción en invierno y verano.
- Control visual a distancia que permite advertir cualquier intento de robo, control de acceso de intrusos y seguridad en general.
- Teleasistencia: faculta el seguimiento y custodia de aquellas personas con necesidad de atención especial, y en caso de urgencia agiliza la alerta a servicios médicos.
- Prevención de accidentes: cualquier eventualidad que pueda afectar al agua, gas etc. puede ser atajada con celeridad.
La domótica ofrece también registro de los datos bajo del consumo de electricidad, agua, gas etc. Una asistencia en diagramas que facilita la consulta de los resultados durante el año en el ahorro, facilitando corregir desviaciones respecto al consumo medio, con un semáforo energético integrado en el sistema domótico.
Existen diferentes categorías de instaladores autorizados, contemplados en la legislación donde se dicta los parámetros para instaladores autorizados de baja tensión.
Es importante acudir siempre a instaladores autorizados tanto en el montaje inicial como en el mantenimiento o reparación, que acrediten disponer de la categoría de especialista en los sistemas de automatización, gestión técnica energética.
Formación ANEI
