Las propinas en la era de los pagos digitales
Es cierto que en España la propina es voluntaria, y se asocia a la satisfacción del cliente por un buen servicio. Por tanto, aunque el consumidor abone la cuenta con tarjeta o a través de algún dispositivo, sigue habiendo quien se echa la mano al bolsillo y busca esas monedas de reconocimiento al trabajo bien hecho. Pero con tanto plástico y tecnología, cada vez llevamos menos efectivo encima. Nada, con frecuencia, y los más perjudicados son los trabajadores del ramo hostelero, aunque también en otros negocios.
Pero a los problemas, soluciones, y un restaurante de Barcelona ha adoptado un nuevo sistema, validado incluso por Hacienda, que permite a sus clientes dejar la propina directamente con la tarjeta.
Propina digital
Es un modelo bastante habitual en Europa, en el cual la propina sigue siendo opcional, pero viene incluida en el ticket. El propio cliente es el que elige la suma extra que quiere dejar, la cual varía entre el 5% y el 10%. O nada, por supuesto.
Otro efecto positivo de este sistema es que hace emerger la economía sumergida, puesto que las propinas aparecen en los tickets y, por lo tanto, son ingresos declarados. Algo que no ocurría antes, y que no solo generaba dinero negro, sino que evitaba el control y el trabajador estaba a merced de la contabilidad B del empresario a la hora de recibir su compensación extra más allá de su salario. Compensación que también cotizará, con lo que ello significa.