Cómo ahorrar agua todo el año en casa para evitar las restricciones en verano
El agua es un bien escaso, y no solo en verano. Debemos cambiar nuestra forma de entender la necesidad de ahorrar los recursos hídricos, pues la emergencia climática está obrando cambios y la escasez de agua ya no se limita a los tradicionales meses de calor, sino que podría prolongarse en el tiempo, e incluso provocar periodos de sequía en zonas que hasta ahora no habían sufrido estas restricciones. Por ello conviene ahorrar agua durante todo el año, y para ello os ofrecemos algunos consejos de cómo hacerlo en nuestras casas.
Debemos usar el agua de manera responsable, según nuestras necesidades, pero sin derrochar. Y para hacerlo, podemos seguir los consejos que nos ofrecen desde la página del Canal de Isabel II, que empiezan centrándose en el baño de nuestros hogares.
Ducharse supone la mitad del gasto de agua que un baño, de modo que es mucho más recomendable. Además, puedes ahorrar si cierras el grifo mientras te enjabonas. Y al abrir el grifo a la espera del agua caliente, te proponemos no dejar correr la fría, sino que la recojas en algún recipiente, con el cual podrás regar o usar como descarga del inodoro. Y al lavarte los dientes o afeitarte tampoco hace falta que el grifo esté abierto. Se pierden varios litros inútilmente.
Si tienes una papelera en el baño evitarás la tentación de usar el inodoro como tal, y tirar cada vez de la cadena. Y hablando de descargar la cisterna, conviene instalar una de doble descarga, pera usar solo el agua necesaria. Si no la tenemos, podemos meter en la cisterna una o dos botellas llenas de agua, de modo que ocupan volumen y la cisterna solo se llenará hasta la mitad.
Instala economizadores o aireadores en los grifos y en la alcachofa de la ducha. Reducen el caudal y la diferencia es inapreciable
En la cocina
Muchos son los que descongelan los alimentos bajo el agua. No lo hagáis. Si los descongelas en el frigorífico ahorrarás en gasto y ganarás en sabor y seguridad alimentaria.
El agua que usamos en la cocina, siempre y cuando no tenga sal, siempre puede reutilizarse para regar las macetas. La que sobra en los vasos y jarras, o después de hervir los huevos, por ejemplo.
En cuanto a los electrodomésticos, ha llegado la hora de renovarlos y hacerse con los que garantizan la eficiencia ecológica. Tanto el lavavajillas como la lavadora debemos usarlos con cargas completas. Se gasta la misma agua y se usará menos veces. Pero si limpiamos los platos a mano, no lo hagamos dejando correr el agua del grifo, sino enjabonando en barreño. Después bastará un aclarado rápido.
Un truco poco conocido pero muy eficaz es cerrar levemente la llave de paso de la vivienda. No se aprecia la diferencia y ahorrarás una gran cantidad de agua diariamente.
En el jardín
El riego de los jardines es un gasto de agua muy importante. Es necesario diseñar un sistema de riego acorde a las necesidades de tu jardín. Por ejemplo, usando sistemas automáticos de riego por goteo para árboles y arbustos. Y si usar riego por aspersión, hay que calcular bien el caudal y la zona que cubren, para no acabar regando la acera de enfrente o una pared.
No debe regarse nunca en las horas centrales del día cuando las altas temperaturas hacen que la evaporación neutralice buena parte del riego. Y además las plantas sufren ese calentamiento.
Y si tenemos piscina, no la vaciemos en invierno. Hay sistemas de mantenimiento y el agua puede servirnos hasta cinco años. Hay que instalar un sistema de depuración de circuito cerrado. Y en verano, si es posible, puede colocarse una cubierta solar para evitar la evaporación. Se ahorra mucha agua a diario.
La revisión continua para evitar fugas y poner pulsadores automáticos en las duchas de la piscina también son medidas muy eficientes para el ahorro.