Cómo afrontar la cuesta de enero
Como viene siendo habitual, la “resaca” de los excesos navideños da paso a la temida cuesta de enero. Por eso, es hora de hacer balance y organizar las cuentas para contabilizar los gastos derivados de unas fiestas que siempre vienen acompañados por la subida de precios del ejercicio entrante y saber con qué “colchón” podemos contar.
Primeras subidas
La Comisión Nacional de la Energía (CNE) ya ha confirmado que se prevé una subida aproximada del 8 por ciento en la factura de la luz en 2013. Y es que este recibo doméstico no ha parado de crecer en los últimos siete años, en los que ha experimentado un incremento del 65 por ciento.
Pero no será la única subida que va a repercutir directamente en los bolsillos de los españoles. El sector del gas natural es otro de los afectados, cuya factura podría encarecerse hasta un 4,4 por ciento, debido a la nueva fiscalidad eléctrica.
El Impuesto de Valor Añadido, por su parte, tampoco da tregua. El pasado mes de noviembre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) solicitó al Gobierno de España una nueva subida del IVA -entre otras peticiones- con el fin de sanear la economía española. Aunque, por el momento, el Ejecutivo ha expresado su intención de no tomar decisiones inminentes, ha asegurado que “analizará con extrema atención todas las recomendaciones dela OCDE”.
Lecciones para hacer frente al nuevo año
Ante este panorama económico un tanto incierto, la mejor solución posible es apretarse, aún más, el cinturón y tener en consideración ciertos consejos para intentar sortear lo máximo posible la empinada cuesta de enero.
• Ahorrar en calefacción y energía. Aunque estemos en invierno y los días sean fríos, es importante moderar el consumo de la calefacción. Basta con mantener el termostato a una temperatura de 20 grados para que el ambiente en casa sea agradable.
Ventilar rápidamente las estancias para que no se escape el calor, no dejar los electrodomésticos en ‘stand by’ y llenar la lavadora y el lavavajillas antes de ponerlo en funcionamiento son algunas de las recomendaciones útiles para ahorrar unos cuantos euros a final de mes.
• Cancelar gastos innecesarios. Siempre existe algún gasto superfluo que mantenemos aunque no tiene demasiado sentido y, sin embargo, está dañando nuestro presupuesto mensual. La cuota de mantenimiento de tarjetas que no se utilizan, las suscripciones a publicaciones que se han dejado de leer … pueden ser algunos de los gastos a evitar fácilmente.
• Disfrutar del ocio de una manera más económica. Contar con menos presupuesto destinado para el tiempo libre no significa, necesariamente, encerrarse en casa a cal y canto. Se pueden aprovechar las ofertas de los cupones descuento para salir a cenar, ir al cine el día del espectador, visitar los museos los días que son gratis, etc.
• Viajar en transporte público. Utilizar el coche a diario para ir a trabajar supone un gasto considerable cada mes, no sólo por el consumo de combustible, sino también por el desgaste de ruedas, los peajes o las costosas reparaciones. Aunque se gana en tiempo y comodidad, se pierde en ahorro. Por eso, aparcar el vehículo, al menos entre semana, es una fórmula rentable para contribuir a la economía doméstica.
• No despilfarrar en rebajas. Hay que ser cautos, consumir con criterio y aprovechar los descuentos que brindan las rebajas de invierno para comprar aquellas cosas realmente imprescindibles. Lo más recomendable para no dejarse llevar por la tentación, es elaborar una lista con los productos que se necesitan y no salirse del presupuesto previamente establecido.
Si seguimos estas costumbres saludables para nuestra cartera y, además, se las trasladamos al resto de los miembros del hogar, la cuesta de enero será mucho más llevadera para todos.
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