Los jóvenes apuestan por alternativas de movilidad sostenible y no se sacan el carné
La juventud ya no tiene el mismo interés que antaño en sacarse el carné de conducir. Hace unas décadas era una de las principales metas de los jóvenes al cumplir la mayoría de edad, y en cambio cada vez es menor el porcentaje de los que obtienen el permiso. Una tendencia a la baja marcada tanto por el alto coste que supone obtener la licencia como por los nuevos paradigmas de la movilidad sostenible.
Es sabido que los jóvenes han visto aumentar en los últimos años las dificultades para acceder al mercado laboral, lo cual afecta de forma directa a su economía. Una circunstancia que convierte el precio de sacarse el carné en un objetivo inalcanzable. Y es que según cómo se les den los exámenes a los aspirantes, el precio medio oscila entre los 1.200 y los 1.400 euros, según datos de Tráfico.
Por ello, según la misma fuente, si entre 1986 y 1995 el 74% de los jóvenes con edad adulta se sacaban el carné, a partir de mediados de los 90 ese porcentaje ha ido descendiendo hasta el 58% y bajando. Concretamente, en 2017 se registraron 358.282 permisos nuevos, frente a los 283.606 de 2020.
Alternativas sostenibles
Aunque el dinero no es la única razón de esta circunstancia. También intervienen factores como el auge de las nuevas plataformas de movilidad compartida, el transporte público y la popularidad de los vehículos de movilidad personal (VMP), que suponen un modo más barato, eficiente y ecológico de desplazarse por las ciudades, con las bicicletas y los patinetes eléctricos como principales vehículos. Y es que la franja más joven de la sociedad es también la más concienciada en materia de medioambiental, y el tráfico es uno de los principales focos de contaminación en los núcleos urbanos.
Teniendo en cuenta que un coche pasa un 95 por ciento de su vida útil aparcado en la vía pública o en un garaje –además de los costes que ello conlleva: alquileres de garaje, seguros, impuestos, averías, combustible, etc-, podríamos decir, sin lugar a dudas, que no está bien aprovechado. Eso es lo que piensan cada vez más personas, y en especial la juventud, que apuestan por nuevas iniciativas que fomentan la movilidad compartida. Una tendencia que no solo les permite ahorrar costes, sino que además reduce el tráfico y la contaminación.
Según expertos en movilidad de la Fundación Mapfre, el futuro de las ciudades se encuentra en la movilidad urbana multimodal, con viajes a pie, en bicicleta, en vehículos cero emisiones y compartidos.