Devils: finanzas sin escrúpulos, otra vez
Son muchas, y algún día serán ya demasiadas, las series ambientadas en las entrañas financieras de aquí o de allá en época de vacas gordas o flacas, con multinacionales, magnates shakespearianos o familias bañadas en oro moviendo los hilos bursátiles, que nos cuentan estiras y aflojas del mercado a través de operaciones, opas o traiciones, siempre barnizadas con lenguaje socioeconómico grandilocuente y finansonante (sí, me he inventado el palabro), que intentan seducirnos con el poder del dinero, la falta de escrúpulos de quien lo maneja y la endeble moral de quién lo ambiciona. Devils es otra de ellas.
De nacionalidad italiana, factura americana y ambientación británica, es una miniserie de segunda división del mencionado género del drama financiero. Y por qué no juega la Champions TV, si sus ingredientes son tan buenos o malos como los de Billions o Succession, por citar dos recientes. Pues porque sus personajes no están a la altura. Puedes explicar lo de siempre y funcionará si lo pones en manos de alguien que tiene algo que contar o es suficientemente atractivo, hipnótico o inquietante como para parecerlo, y conseguir que quieras escucharle. Es el caso de Paul Giamatti, Damian Lewis o Brian Cox y sus roles, pero no el de Patrick Dempsey y el suyo, o el de sus compañeros. Y el interés por él y la trama de Devils se pierde antes de acabar el primero de los 10 episodios. No basta con decir, hay que seducir.
Cierto es que Devils no es del todo aburrida, pero su nivel de adicción dramática es mínimo. Quizás el hecho de abordar momentos reales y recientes relacionados con la crisis de 2010, le permita mantener viva la trama, y al espectador con alguna lánguida expectativa, pero cómo emocionarse o empatizar con personajes tan poco emblemáticos, tan encorsetados y convencionales, que apenas sirven de soporte para dialogar los contenidos de la ficción financiera. El listón es demasiado bajo frente una oferta tan amplia, y la tentación del mando a distancia acaba siendo irresistible.
Si aun así alguien siente curiosidad, la serie puede verse en Movistar +.