Recomendaciones para el uso estival de las mascarillas obligatorias
Lo primero que debemos hacer es cumplir con los requisitos de las mascarillas y no llevarlas más tiempo del indicado. Es decir, las mascarillas desechables deben desecharse, y no reutilizarse sin límite, pues pierden toda su eficacia y pueden ser un foco de infecciones.
Respecto a las reutilizables, en caso de lavarlas, no hay que volver a ponérselas húmedas. Esa idea que pretende combatir el calor puede ser perjudicial, ya que mantiene húmeda y sin ventilación la zona cubierta, y puede provocar o empeorar algunas enfermedades cutáneas preexistentes como el acné, rosácea, dermatitis seborreica y dermatitis atópica.
Además hay que ser prudente con el trato que se le da a la mascarilla. Hay momentos en que nos la podemos quitar, como al consumir alimentos o bebidas, ir en coche con familiares u otros supuestos. En estos casos, debemos guardar la mascarilla en condiciones idóneas, y no dejarla sobre la mesa del bar, expuesta a todo tipo contaminaciones, ni usarla como posavasos, o para poner encima la cartera o las gafas de sol. Tampoco es una buena idea colocárnosla en el codo para no perderla, pero en cambio sudarla o rozarla con todo lo que nos rodea. Debemos pensar que se trata de un aislante que pretende protegernos, y si no está en condiciones no será eficaz e incluso puede ser contraproducente.
Hábitos
Por la noche es importante, al llegar a casa y despojarnos de la mascarilla, lavarnos bien la cara antes de ir a dormir.
Igualmente, es aconsejable prevenir y cambiar algunos hábitos mientras dure la obligatoriedad de llevar mascarillas. Por ejemplo, es recomendable seguir un plan intensivo de hidratación de la piel, sobre todo antes de salir de casa, y evitar maquillajes oclusivos, ya que con la mascarilla puesta durante muchas horas se fomenta la obstrucción de los poros.
Al margen de la mascarilla, también es muy recomendable no abusar en verano de los geles hidroalcohólicos. Es igualmente eficaz lavarse las manos con jabón siempre que podamos. Algunos geles podrían provocar problemas cutáneos por una exposición prolongada al sol.