¿Qué es el salario emocional y cómo se cuantifica?
El salario emocional serían todos aquellos incentivos no monetarios que una empresa ofrece a sus empleados además de su sueldo a final de cada mes. Algo que mejorará el rendimiento del trabajador que, además, no se planteará nunca cambiar de empleo.
Ese sueldo no económico que recibe un empleado a cambio de su trabajo puede tener muchas vertientes. La de la conciliación, que le permita al trabajador compaginar con flexibilidad horaria o presencial su vida privada con la laboral, es realmente una compensación que no tiene precio, pues es uno de los grandes problemas compartidos por las familias y el mercado laboral. Propiciar un buen ambiente laboral es también una parte importante del sueldo emocional. Un entorno sin conflictos mejora el rendimiento. Nadie quiere trabajar en un ambiente hostil. Si el trabajador se siente a gusto hará mejor su trabajo y su nivel de satisfacción será mucho mayor. Es además la mejor manera de que el empleado se sienta parte de la empresa y, por lo tanto, comprometido con la misma. Otra manera de mejorar rendimientos.
Pero no consiste en hacer creer estas cosas al trabajador, sino de propiciarlas realmente. Si el trabajador forma parte de las decisiones y estrategias de la empresa, ambas partes saldrán beneficiadas. Si un trabajador se siente escuchado y valorado se crecerá en su rendimiento. De lo contrario se anquilosará o, simplemente, se irá con sus ideas a otra parte donde le escuchen.
La formación es otra parte del sueldo emocional. El trabajador quiere aprender constantemente, ampliar sus conocimientos y mejorar sus habilidades. Si le ayudas a hacerlo, estará más feliz y además, será más productivo con lo que ambas partes saldrán ganando.