Llega el verano y el agua escasea: consejos para ahorrarla en el hogar
El principal consumo de agua en el hogar se produce en el baño, por lo que conviene centrarse en él si queremos reducirlo durante los meses estivales. Si tienen en cuenta los siguientes consejos, el ahorro de este bien tan escaso puede ser considerable.
Para empezar, es una buena idea disminuir el volumen de las cisternas del WC colocando una botella de agua (o cualquier otro objeto con idéntico volumen) en su interior. Eso evitará que el depósito se llene por completo de agua y, por lo tanto, hará que se descargue menos cantidad cada vez que se utilice. Se pueden llegar a ahorrar hasta 12 litros por persona y día.
Otro consejo para consumir menos agua es poner un cubo en la ducha para recoger el agua mientras que no sale caliente, pues se están desperdiciando entre dos y cinco litros por cada ducha que nos damos. En cambio, si hemos llenado un cubo con ella lo podemos reutilizar como una descarga del váter, o para regar, o para fregar los suelos, etc. Y sin abandonar la ducha aún hay otra manera de ahorrar, y consiste en ducharse en vez de bañarse. La diferencia es de unos 200 litros de agua. Y mientras lo haces cierra el grifo cuando te estás enjabonando. Lo mismo mientras te pones la espuma de afeitar o te pasas la maquinilla. Dejar el agua corriendo no sirve para nada y se pierde mucha cantidad. Un grifo abierto puede consumir hasta 12 litros de agua por minutos.
Otra práctica no aconsejable es utilizar el váter como papelera. Se gasta mucha agua por un simple trocito de papel. El WC debe utilizarse para lo que realmente sirve.
Malos hábitos con el agua
En la cocina se consume también una gran cantidad de agua. Para aprovecharla al máximo y optimizarla, utiliza los electrodomésticos siempre con su carga máxima y en el programa más económico. Una lavadora consume entre 60 y 90 litros de agua; el lavavajillas, entre 18 y 30 litros. De modo que si no están del todo llenos se desaprovecha espacio y antes haremos otra lavada con su consecuente gasto de agua.
Si lo que hacemos es fregar a mano, debemos hacerlo llenando la pica (o una de las dos si disponemos de más) de agua para aclarar, y no dejar el agua corriendo mientras fregamos.
Tampoco debemos descongelar los alimentos poniéndolos bajo el agua caliente. El gasto de agua es enorme, y también el de energía. Para eso está el microondas o la paciencia, dejando que se descongele de forma natural fuera de la nevera.
Cuando limpiamos los alimentos también se despilfarra mucha agua. No hay que hacerlo bajo el grifo, sino en un recipiente. Así podremos utilizar la misma agua para todo y desués reutilizarla (regar, fregar, etc).
A parte de estos consejos, que de algún modo apelan a la lógica y al compromiso medioambiental, existen también otras opciones más sofisticadas o ingeniosas. Clica aquí para conocer algunas de ellas.