Cómo gestionar los gastos en un presupuesto doméstico
Llegar a final de mes no es siempre sencillo, y llevar el control de nuestros gastos e ingresos es la mejor manera de conseguirlo. Veamos cómo gestionar los gastos en un presupuesto doméstico para mantener bajo control la economía familiar.
Los ingresos suelen ser una partida más o menos fija en la mayoría de familias, pero los gastos suelen llegar por las más diversas vías y muy a menudo por imprevistos. Por ello es importante conocer la naturaleza de los mismos a la hora de gestionar un presupuesto
Hay que diferenciar los gastos según el tipo de desembolso que suponen, y estos pueden ser obligatorios, necesarios u ocasionales.
Tipos de gasto
Los gastos obligatorios son aquellos fijos de nuestra economía, como la hipoteca, el alquiler de vivienda, los gastos de la comunidad o los préstamos bancarios. Si dejamos de pagarlos, las consecuencias pueden ser nefastas para la economía y la tranquilidad de la familia. Es decir, son los gastos que no podemos dejar de pagar ni variar su importe bajo ningún concepto.
Los gastos necesarios son los que se pueden reducir, pero no eliminar. Aquellos que nos gastamos en los recibos de electricidad, de gas, la comida o el transporte, pues son necesarios para nuestra vida diaria, pero se pueden reducir si hacemos un consumo más moderado y utilizamos algunos trucos de ahorro: usar bombillas de bajo consumo, bajar la temperatura de la calefacción unos cuantos grados, usar transporte colaborativo, etc.
Y por último están los gastos ocasionales, que son aquellos que podemos eliminar cuando estamos en modo ahorro. Son por lo tanto esos gastos que, en caso de necesidad, se podrían reducir al mínimo o eliminar. Por ejemplo, comidas fuera de casa, un politono para nuestro móvil, un paquete de tabaco, una caña o el café de media mañana en el bar…
Con estas informaciones básicas en una columna y los ingresos en la otra, una calculadora en una mano y un lápiz en la otra, podemos confeccionar un sencillo presupuesto familiar que nos puede evitar muchas sorpresas a fin de mes. Vale la pena llevar el control.