Ahorrar al volante (II): un seguro barato puede salir caro
El seguro del coche es un gasto obligatorio para todo propietario y conviene escogerlo con criterio, pues un seguro barato a menudo sale caro. Para conseguir el equilibrio entre ahorro y coberturas debe contratarse el seguro más adecuado al vehículo y al uso que se realice de él. Veamos algunas pautas y cuestiones a tener en cuenta.
Para ahorrar en el seguro y acertar en la contratación conviene tener en cuenta algunos aspectos básicos. Por un lado, es recomendable informarse de las bonificaciones existentes y posibles, pues gracias a ellas se puede llegar a obtener un todo riesgo casi al mismo precio que un terceros completo.
También es una buena opción agrupar diversas pólizas en una misma compañía (coche, moto, hogar, salud, vida…), pues de este modo pueden obtenerse importantes descuentos y se simplificará la gestión. Y por supuesto, es importante revisar la póliza en cada renovación, pues en un año tus circunstancias y las de tu coche pueden cambiar y es recomendable ajustar el seguro a las mismas.
Precio y prestaciones
El precio de una póliza suele ir directamente relacionado con las prestaciones que ofrece, y si éstas no son buenas o no son las que necesitamos, el seguro nos saldrá caro aunque sea barato. Hay que buscar el equilibrio entre necesidades y precio, teniendo en cuenta que las gangas difícilmente resultan fiables.
Un seguro a terceros es más barato que a todo riesgo, pero no siempre es el más conveniente. Cuando no hay duda es cuando el coche ya está pagado y tiene ocho años o más. Aun así es conveniente incluir retrovisores e intermitentes en las pólizas de lunas.
Por el contrario, mientras estamos pagando las letras del coche lo mejor es a todo riesgo, pues en un siniestro total con culpa, si lo tienes a terceros, tendrás que seguir pagando un coche que ya no existe. Así que los primeros años es recomendable a todo riesgo. En especial si la compañía garantiza valor de nuevo en caso de siniestro total.
Es muy conveniente declarar en la póliza a todos los conductores habituales del vehículo, pues en caso de siniestro de un conductor no declarado, la indemnización podría reducirse.
Hay compañías que incluyen en las prestaciones servicios como coche de cortesía (substitución) e incluso un seguro por desempleo, mediante el cual la compañía se hace cargo de la prima en caso de que el tomador pierda su trabajo. Son complementos a las coberturas que suelen encarecer el precio, pero que pueden valorarse, pues llegado el caso pueden significar un ahorro importante.