Código de buenas prácticas para las iniciativas en educación financiera
Entre los objetivos de este Código de Buenas Prácticas se encuentra el de asegurar la calidad, imparcialidad y transparencia de las iniciativas de educación financiera que se lleven a cabo, contribuyendo de este modo a la mejora de la cultura financiera de los ciudadanos, dotándoles de herramientas, habilidades y conocimientos para adoptar decisiones financieras informadas y apropiadas.
El código se resume en una serie de compromisos que, de respetarse, garantizarían la calidad de la formación económica impartida, según sus propios impulsores del Banco de España y la CNMV.
Buenas prácticas
¿Cuáles son esas buenas prácticas? Pues por ejemplo, asegurarse de facilitar una educación financiera al servicio de las personas y no al revés.
Es la economía la que debe ser una herramienta útil para el ciudadano en su día a día, no el ciudadano quien debe vivir a expensas de la economía.
Otro de los puntos que promueve el código es el de una educación financiera imparcial y de calidad, que sea a la vez clara, veraz y precisa.
Es importante también utilizar un lenguaje sencillo, pedagógico y adecuado a las características del público al que se dirige. Y es que es muy importante tener claro el perfil del público en cada sesión formativa para difundir con eficacia la información.
Y desde luego la capacitación pedagógica de los formadores también es fundamental para garantizar la calidad, pero eso es de pura lógica en cualquier proceso educativo.