Advertencias para las compras navideñas: tengamos las fiestas en paz
En primer lugar, es importante leer las etiquetas, reglas e instrucciones de los juegos, y fijarse en los datos mínimos obligatorios que deben aparecer en las mismas. Entre ellos la marca CE, que significa que el juego cumple con las exigencias esenciales de seguridad que contienen las normas comunitarias.
También debe constar el nombre y la marca del producto, la razón social y dirección del fabricante, importador o vendedor, y las instrucciones y advertencias de uso, así como las restricciones de edad del juego o juguete en cuestión.
Además, aquellos juguetes de funcionamiento electrónico deben especificar la potencia máxima, la tensión de alimentación que precisan y el consumo energético que realizan.
Devoluciones, cambios y reclamaciones
Son muchas las compras que realizamos durante los días previos a las fiestas en general y al día de Reyes en particular, por lo que es habitual tener algún problema con alguna de nuestras adquisiciones. Por ello es recomendable preguntar siempre al comerciante por la posibilidad de cambiar el producto y las condiciones en las que puede realizarse dicho cambio.
Así mismo, debe tenerse en cuenta que los comercios no tienen la obligación de cambiar un producto si éste se halla en perfecto estado. Es decir, porque al niño no le ha gustado, por ejemplo. Pero en caso de incidencia con el artículo en cuestión, se podrá reclamar a la empresa que lo ha vendido, y esta tendrá un mes para contestar. En este sentido, todos los comercios deben tener a disposición de los clientes las hojas de reclamaciones.
Para comprar con seguridad a través de internet, y asegurarse los mismos derechos que en las compras presenciales, se aconseja usar un servidor seguro que muestre el candado cerrado y una página con “https”.
A la hora de pagar, si lo hacemos con tarjeta, es recomendable no perderla nunca de vista, para evitar usos fraudulentos. Y siempre conservar los tickets o facturas, ya sea con pago electrónico o en metálico. Son necesarios para reclamar y muchos de ellos son también la garantía del artículo comprado.
Por otra parte, hay que recordar que la publicidad es vinculante pudiendo exigirse su cumplimiento. Por ello, es recomendable guardar los folletos de oferta de servicios, descuentos o los catálogos, ya que los precios o condiciones publicados deben cumplirse por parte del comercio.