Diferencia entre fecha de caducidad y de consumo preferente, y cómo interpretarlos
La fecha de caducidad aparece en el etiquetado de alimentos muy perecederos como el pescado fresco, la carne picada fresca, los huevos, etc. Y no debe consumirse nunca un producto que haya rebasado dicha fecha, ya que puede estar en malas condiciones y resultar nocivo para la salud.
La fecha consistirá en la indicación clara según este orden: día, mes y, eventualmente, año; y se indicará en cada porción individual envasada. Es importante también seguir las instrucciones de conservación. Por ejemplo, conservar en el frigorífico o conservar a 2-4 °C; de lo contrario, el alimento se estropeará antes del límite de caducidad y te arriesgarás a sufrir una intoxicación alimentaria.
Si congelas el alimento en casa poco después de adquirirlo, puedes alargar su conservación más allá de la fecha de «caducidad», siempre que lo congeles correctamente.
El consumo preferente
Tal y como comentábamos más arriba, el alimento sigue siendo seguro para el consumidor una vez pasada la fecha de consumo preferente, siempre que se respeten las instrucciones de conservación y su envase no esté dañado; sin embargo, puede empezar a perder sabor y textura, y por lo tanto calidad.
La fecha de consumo preferente aparece en una amplia variedad de alimentos refrigerados, congelados, desecados (pasta, arroz, etc.), enlatados y otros alimentos (aceite vegetal, chocolate, etc.).
A diferencia de la fecha de caducidad, la de consumo preferente aparecerá en los alimentos del siguiente modo:
Día y mes si su duración es inferior a tres meses (ejemplo: 25/07)
Mes y año si su duración es superior a tres meses, pero sin sobrepasar los dieciocho meses (07/2015).
Año si su duración es superior a dieciocho meses (2018).