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¿Cómo gastar menos en los viajes? Ideas para ahorrar en destinos, aviones y comidas

Se acercan las vacaciones de Pascua que, con permiso de las Navidades, es la época preferida de los españoles para viajar. De modo que, para evitar estrecheces económicas que nos puedan privar del viaje o reducirlo a su mínima expresión, vamos a ofreceros algunas ideas de cómo podéis gastar menos dinero tanto en la preparación como durante el viaje, para poder así llevar a cabo la escapada deseada sin gastos excesivos que excedan de nuestras posibilidades reales.

Si respetamos el orden lógico de los acontecimientos deberemos empezar por elegir el destino, y si no tenemos ninguna prioridad marcada, sino simplemente muchas ganas de conocer mundo, podemos empezar a ahorrar por ahí, ya que existen opciones muy baratas si nos guiamos por el precio y no por el sitio a visitar. Algunos buscadores, como por ejemplo Skyscanner, ofrecen herramientas como “A cualquier lugar”, que te seleccionan de menor a mayor precio los vuelos más baratos desde tu aeropuerto de partida, de modo que sin elegir a dónde vas puedes disfrutar de ofertas muy ventajosas. Algo parecido a lo que haríamos si decidimos aprovechar los billetes de último minuto que ofrecen algunas compañías. Para ello solo hay que tener paciencia y esperar en el aeropuerto, con la maleta hecha, y sin saber a dónde nos enviará el destino a un precio reducido.

Viajar barato no es imposible

Otro dato a tener en cuenta es que deben evitarse los vuelos de fin de semana. Si no sales en viernes, sábado o domingo encontrarás vuelos hasta 75% más baratos. Lo mismo ocurrirá, por supuesto, si viajas en temporada baja.

Y aún un último consejo sobre el tema de los aviones. Los aeropuertos alternativos son siempre más baratos. Tienen menos vuelos y peores frecuencias, pero si somos flexibles con el calendario y el horario del viaje, podemos ahorrar bastante dinero en los vuelos.

Una vez en el avión hay que tener en cuenta dos cosas que pueden desestabilizar nuestro presupuesto a las primeras de cambio. Lo primero es no llevar nunca exceso de equipaje. El peso te puede salir muy caro si excedes el máximo permitido por tu compañía. Y lo segundo es el coste desorbitado de las ventas a bordo. Cualquier cosa que se quiera comprar puede esperar. Incluida la comida. Y si el viaje es largo y coincide con los horarios de comida o cena, lo más práctico y barato es llevarse una fiambrera de casa. Además estará más bueno.

Para comer barato

Y si has conseguido mantener el ayuno en pos del ahorro, no castigues tu bolsillo al llegar a destino. Una vez allí, si el hambre aprieta, aplica el refranero: “Allá donde fueres haz lo que vieres”. Es decir, mira a los lugareños, que son los que saben dónde se come bien y barato, y evita lugares de moda y para turistas. O sea, rastrea donde están los menús o los puestos callejeros que frecuentan los clientes locales.

Una vez instalado (en la próxima entrega hablaremos del hospedaje, y algunas apps relacionadas), lo más cómodo y barato es comer en casa, donde cocinaremos con ingredientes comprados en los supermercados locales. Los mismos comercios donde se puede comprar bebida (alcohólica o no, típica o internacional) mucho más barata que en cualquier bar (y de las terrazas ya ni hablemos).

Continuará…

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