¿Qué es el Libro Beige de la Fed de Estados Unidos?
La realidad es que, en el entorno digital en el que nos movemos, la referencia al Libro Beige es más una reminiscencia del pasado que una realidad tangible al alcance de una conexión a internet. Es una publicación de la Fed, que ahora ya está en formato digital, cuyo nombre oficial completo es «Summary of Commentary on Current Economic Conditions» (Resumen de comentarios acerca de las condiciones económicas actuales). Consiste en la recopilación de la información sobre las condiciones económicas actuales que realizan cada uno de los 12 distritos que tiene la Fed a lo largo de EEUU. Se publica ocho veces al año, dos semanas antes de cada una de las reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC según sus siglas anglosajonas). La próxima entrega será el 30 de noviembre. El FOMC agrupa al equipo directivo de la Fed, encargado de tomar las decisiones sobre política monetaria, como el nivel de los tipos de interés, por ejemplo.
Los presidentes de cada una de estas delegaciones de la Fed realizan un análisis de la situación económica de sus respectivas áreas, en base a la información que recopilan de informes, entrevistas con banqueros, empresarios, encuestas regulares a comercios, industrias, etc. Esta es la información que se incluye en el Libro Beige y sirve como documentación preparatoria de las reuniones del Comité Directivo de la Fed. Además del Libro Beige, esas reuniones se completan con otros dos libros; uno Verde, que recopila el análisis de previsiones económicas realizado por los directivos del organismo y otro Azul, donde se recogen las recomendaciones de carácter político.
De contenido confidencial a información pública
De ellos, el único cuyo contenido está accesible al público es el beige, y no por casualidad sino por el resultado de una larga historia que comenzó en 1970.
Ese año, Arthur F. Burns, entonces presidente de la Reserva Federal, decidió acabar con las largas y tediosas reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto. Para ello, propuso cambiar la exposición oral de los 12 delegados territoriales de Fed por el envío previo de un resumen escrito con sus conclusiones que se repartiera antes de sus reuniones para poder prepararlas. La idea cuajó y aquellos textos se convirtieron en una publicación periódica que vio la luz por primera vez el 26 de mayo de 1970. Sus tapas eran rojas y su contenido, confidencial.
Aquel Libro Rojo fue el germen del actual Libro Beige, tras una rocambolesca historia. En febrero de 1983, Walter Fauntroy, un líder de los derechos civiles que había llegado a ser delegado de la Cámara de Representantes de EEUU para el distrito de Columbia, solicitó mayor transparencia a la actividad de la Fed. Quería conocer los modelos que sirven para realizar las previsiones económicas que se encontraban recogidos en el Libro Verde.
Paul Volcker, el entonces presidente, aprovechó para acceder a su petición, pero de forma bastante descafeinada. No solo mantuvo el Libro Verde en la confidencialidad, sino que además eliminó del Libro Rojo todas las referencias que podían identificar a los proveedores de información, como nombres de directores de bancos, empresarios, economistas… etc., para dejar solo sus conclusiones. El recorte informativo fue tan intenso que incluso afectó al color de sus tapas, que dejaron de ser rojas para convertirse en el beige que finalmente le dio nombre. Para descafeinar aún más la situación, Volcker decidió que el Libro Beige se publicase dos semanas antes de la reunión del Comité de la Fed, con la intención de restar actualidad a la información allí ofrecida.
Lo cierto es que no fue hasta casi dos años después, cuando un periodista de la agencia Dow Jones, Paul Cox, se interesó profesionalmente por la información de esta publicación. Cox elaboró en 1985 la primera información con referencia a la situación económica definida por el Libro Beige. Desde entonces, para disgusto de Volcker, el contenido de Libro Beige fue ganando prestigio como evento informativo.
El Libro Beige, rodeado de defensores y detractores
Todavía hoy dos semanas antes de cada reunión de la Fed, periodistas, analistas económicos, brokers e inversores se pegan a las pantallas de las agencias informativas alrededor de las dos de la tarde (hora de EEUU), para conocer el análisis económico que contiene el Libro Beige.
Para algunos es una noticia más, para otros una forma de adelantarse a lo que puede decidir la Fed en materia de política monetaria y para todos los inversores del mercado de divisas, futuros, etc un momento en el que ganar dinero haciendo trading intradía o apostando a subidas o bajadas de tipos de interés, divisas, etc.
Aún así, el atractivo informativo de este documento está rodeado de detractores y defensores. El contenido está muy lejos de ser indicador económico preciso. No es el dato de desempleo, ni el del PIB, por ejemplo. Es el resultado de encuestas, opiniones y análisis personalizados que le pueden restar exactitud. En cambio, para otros, ese estar pegado al sentimiento real de Main Street (forma en la que se denomina en el argot de mercados estadounidense a la economía real), ha demostrado ser un buen indicador de la tendencia de la economía durante los peores años de la crisis financiera.