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La inaplazable necesidad de potenciar la educación financiera

La cultura financiera empieza a cobrar protagonismo. Ayer se celebró en España el segundo Día de la Educación Financiera. Una iniciativa loable promovida por el Banco de España y la Comisión del Mercado de Valores, que se repetirá en el futuro cada primer lunes de octubre.

La pregunta es si será suficiente para que el interés por conocer los conceptos básicos de las finanzas personales cale de forma contundente entre los españoles de a pie. Las lagunas de conocimientos financieros en la población española son profundas. Y estamos hablando de conocimientos básicos, que en Domestica tu Economía llevamos explicando con un talante educativo desde la fundación de este blog. Para botón de muestra valgan algunos ejemplos de artículos divulgativos y de vídeos realizados por la redacción y mis compañeros de Blog:

Quienes abogan por impregnar la educación financiera, no se pueden parar en la divulgación. Las finanzas personales, la economía… además de divulgarse tienen que abordarse desde un punto de vista práctico. En definitiva, con ejemplos, casos práticos y consejos que sean también útiles en la vida diaria:

Y cómo no… Es necesario, también, subirse al tren de las nuevas tecnologías para ayudarnos a gestionar nuestros avances en educación financiera. Las fintech nos permiten controlar nuestro presupuesto, llevar la información del banco encima y hacer posible y accesibles para todos los fundamentos de la economía personal y el consumo colaborativo:

La inaplazable necesidad de una buena educación financiera

Inmersión total en la educación financiera

Las cifras que evidencian la necesidad de promover la cultura financiera, entre grandes y pequeños, son patentes en España y se pusieron de manifiesto con motivo del día de ayer, 3 de octubre:

  • El 87,4% de los españoles considera que no tiene una educación financiera suficiente, según Standard & Poor’s
  • El 89,93% piensa que se debería dar más formación sobre finanzas y economía doméstica en las escuelas (a pesar de que desde 2013 se imparte educación financiera en centros de secundaria de toda España tras un convenio firmado por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores).
  • Más de la mitad no distingue entre IPC y PIB. 50,6% y un 55,2%, respectivamente, según Aviva.
  • El 35,6% de la ciudadanía no comprende los conceptos básicos incluidos en su nómina (aportaciones a la seguridad social, IRPF…).
  • Casi la mitad de los contribuyentes, un 45%, reconoce que necesita ayuda para realizar la declaración de la renta.

Divulgar la economía, aplicar los conocimientos financieros y utilizar las ultimas herramientas tecnológicas son los tres ejes en los que debe apoyarse una cruzada para erradicar la falta de educación financiera. El desinterés por la cosa económica ha sido una de las causas que ha propiciado la crisis de inicios de este siglo. Una crisis que ha provocado que millones de personas terminen buscando trabajo para salir del desempleo, el más duro que ha vivido la sociedad española y mundial.

Una vía más de desarrollo personal

Cierto es que, posiblemente, con mayores conocimientos financieros esta crisis y otros errores propios o de conocidos se podrían haber evitado. El 69% de los españoles, encuestados en el informe de Aviva, afirma que habría tenido un comportamiento financiero más responsable de haber recibido más formación en economía y finanzas personales desde una edad joven. Pero la educación financiera no debe limitarse a preservar a los ciudadanos de los errores, que de ellos también se aprende.

La cultura financiera es el camino para prosperar, para hacer crecer nuestro ahorro de una forma eficiente y con control del riesgo. Son una vía más para el desarrollo personal. Nuestra jubilación, por ejemplo, depende de ello. Los tiempos en los que el ahorro se guardaba debajo de un ladrillo ya no tienen sentido. Y el público objetivo de esta campaña no debe circunscribirse a los jóvenes en edad escolar.

Autoridades financieras, agentes sociales y otros colectivos embarcados en este proyecto deben ampliar los beneficios de la educación financiera a los adultos y, también, a las personas mayores. Mirar al futuro pasa por no dejar sin atender el presente.

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