Hace unos días, durante una de mis incursiones aleatorias en páginas financieras y de noticias económicas, me topé con una serie de reflexiones destinadas a inversores. Tales reflexiones, llenas de sentido común, eran fruto de la experiencia de muchos profesionales en finanzas personales, compartidas durante años en Investor’s Business Daily, uno de los espacios de referencia para quienes se trabajan cada día los mercados.
Comprobé también que esas claves, presentadas como “secretos de éxito” (a voces), eran perfectamente aplicables a nuestra vida financiera personal, con muy pocas variaciones. De hecho, son un compendio de muchas de las recomendaciones que mes a mes desarrollamos en esta casa.
Decálogo de finanzas personales
El decálogo que ahora les presento es una adaptación de esas lecciones aprendidas. Leer y pensar en ellas, así como recordarlas de vez en cuando, puede ayudarnos a no perder el rumbo en nuestra procelosa navegación por el mar de las finanzas personales:
- “Tu manera de pensar lo es todo”. Los lectores de este blog saben bien lo que hemos insistido en este punto. En cuestiones económicas, saber cómo funcionan nuestros mecanismos mentales resulta fundamental para conseguir un proceder financiero consistente en el tiempo que nos otorgue un aceptable margen de seguridad.
- “Escoge tus verdaderos sueños y objetivos”. Si no sabemos a dónde queremos ir, será difícil que lleguemos a alguna parte. Necesitamos reflexionar y priorizar para definir nuestro proyecto vital y trazar un plan financiero creíble. Seleccionemos unos pocos objetivos, alcanzables y medibles.
- “Actúa”. Los objetivos se convierten en aire sin la acción subsiguiente. Nuestras finanzas personales requieren, sobre todo, hábito y un mínimo de necesaria disciplina.
- “Nunca dejes de aprender”. Lee, comparte, pregunta, investiga. Las habilidades financieras NO son innatas, se aprenden.
- “Sé persistente y trabaja duro”. Lo hemos escrito antes y lo repetiremos tantas veces como haga falta: la seguridad financiera, salvo contadas excepciones, es algo que se consigue a largo plazo, nunca en dos días. Es una maratón, no una carrera de velocidad.
- “Aprende a analizar los pequeños detalles”. En nuestro caso, prestemos atención a los pequeños gastos, esas modestas partidas discrecionales que, sin saberlo, devoran nuestro patrimonio y nos conducen a la esclavitud de la deuda. Se trata de hacer números, detectar nuestros errores y tomar medidas de ajuste en consecuencia.
- “Enfócate en tu tiempo y tu dinero”. No nos dejemos llevar por cantos de sirena y euros a cincuenta céntimos. En cuestiones financieras, necesitamos estar centrados, descartar las obligaciones superfluas y no consumir nuestras energías en gestiones impuestas de manera voluntaria o inconsciente. Enfoque, elección, renuncia.
- “No tengas miedo de innovar, sé diferente”. Los lectores recordarán nuestra serie “Save Outside The Box: Ahorra Más Allá de lo Evidente”. Debemos superar viejos hábitos y paradigmas, todo aquello que damos por hecho, ya sea por costumbre o pereza mental. “Salir de la caja”, romper con prejuicios y asunciones para perseguir nuevas ideas, es algo muy necesario en tiempos de dificultades o estancamiento, tanto en el entorno profesional, como en el personal y el campo de nuestras finanzas personales.
- “Trata y comunica con otras personas de manera eficaz”. No somos islas. Hablemos de economía con la familia, con los amigos, con nuestras entidades financieras. Compartamos ideas, experiencias, dudas, aprendizajes. En la buena comunicación está la virtud. Y ante la duda, en esta casa les esperamos.
- “Sé honesto y digno de confianza. Asume responsabilidades”. La honestidad, la sensatez, el respeto, la responsabilidad y el amor por las cosas bien hechas deben conformar, siempre, la primera piedra de nuestro edificio financiero. De otra forma, los nueve consejos de finanzas personales anteriores no sirven para nada.
A por ello. Nadie ha dicho que sea sencillo, pero no nos rindamos, nunca.
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