Smile to pay: Pagar con la sonrisa
El sistema utiliza una cámara 3D y diferentes procesos de verificación para que podamos pagar a través del reconocimiento facial. Un proceso completamente seguro, según sus creadores, ya que permite incluso reconocer a la persona en muy diferentes circunstancias y condiciones. Da igual que cambie de peinado o de color de pelo, que esté maquillada o con gafas oscuras, pues el reconocimiento facial se centra en la sonrisa y esta es única y diferenciadora en cada individuo. Incluso aunque esté rodeado de gente en el momento de la identificación, el sistema reconocerá sus rasgos.
Smile to pay ha sido testado en una cadena de comida rápida en China con excelentes resultados. Y lo ha hecho siguiendo una de las opciones del nuevo sistema. Se trata de instalar en el negocio una cámara 3D y una pantalla táctil, que será la encarga junto a la cámara de realizar la exploración facial de cada persona en solo unos segundos. Después basta que la persona indique su número de teléfono para así completar el proceso de verificación de su pedido, que una vez recibido será cargado en su cuenta de Alipay (una exigencia de la empresa creadora, por supuesto). Esta tecnología permitirá pagar sin llevar nada encima. Ni documentos, ni tarjetas, ni tan siquiera tu teléfono móvil, en el caso en que ya estés registrado en el sistema.
Comprar con un selfie
Pero también podrá pagarse/comprarse a distancia a través del móvil. Este es el sistema que presentó en Alemania el propietario de Alibaba, la empresa creadora. Mediante un selfie también se podrá comprar si tu rostro ya está registrado en el sistema. Con ese autoretrato tomado desde el móvil bastará para confirmar la identidad y validar la compra. Todo en pocos segundos.
El lanzamiento mundial oficial aún no tiene una fecha prevista, según sus responsables, los cuales han anunciado que, en cualquier caso, primero se implantará en China y luego al resto del mundo. Una tecnología puntera que revolucionará el mundo del comercio digital online.
Hasta el momento, el reconocimiento biométrico, como lo son también los latidos del corazón o las huellas dactilares, además de la identificación facial, se había utilizado como método de autentificación para pagos con tarjetas, pero nunca antes como forma de pago en sí misma.