Recomendaciones de seguridad para proteger tus tarjetas de crédito
En primer lugar, y este es un consejo que afecta a cualquier circunstancia o percance, lleva siempre a mano el teléfono 24 horas de su banco. Y no solo en la cartera. A ser posible también memorizado en tu móvil y en algún sitio más que te permita acceder a él con facilidad. El tiempo es fundamental frente a la pérdida de una tarjeta. Debes notificar la desaparición del plástico de inmediato. Incluso frente a la duda. Más vale renovar la tarjeta que esperar a ver si aparece y conceder tiempo a los delincuentes.
El robo o el extravío de las tarjetas
Lleva contigo solo las tarjetas que vas a necesitar. De este modo, en caso de extravío no las perderás todas. Y nunca lleves apuntadas las contraseñas o los números de seguridad PIN en la misma cartera que los plásticos.
Tampoco es una buena costumbre dejar las tarjetas en la habitación. Aunque estén guardadas en la maleta. Procura dejarlas en la caja de seguridad del hotel.
Evita también dejar tu tarjeta o documentación personal con firmas en el automóvil, y especialmente en el parking, pues puede resultar más seguro para el coche, pero también más cómodo y tranquilo para quien no desea robar el vehículo sino desvalijar su interior.
Clonación de tarjetas
Una práctica delictiva muy habitual es el de la clonación de las tarjetas, para utilizarlas con la copia mientras su legítimo propietario piensa que la tiene en su poder. Por ello no conviene separarse nunca de ellas, ni siquiera cuando las estamos utilizando.
Evita perder de vista tu tarjeta al realizar pagos en comercios. Procura que la transacción se realice siempre en tu presencia y cuando te la devuelvan asegúrate de que sea la suya. Y, por descontado, no prestes tu tarjeta, ni permitas que otras personas la usen en tu nombre.
Cuando recibas un nuevo plástico por correo ordinario del banco, asegúrate de que el sobre no haya sido abierto. Y firma de inmediato tu tarjeta con bolígrafo de tinta indeleble (negra o azul).
Cuando la tarjeta venza, o en caso de deterioro o cancelación, destrúyela de inmediato cortando el plástico en fragmentos. Y que esos fragmentos seccionen su firma.
Nunca, bajo ningún concepto, proporciones información personal, y mucho menos contraseñas referidas a tus cuentas o tarjetas de crédito o débito. Nunca contestes preguntas telefónicas al respecto ni correos electrónicos. Aunque se identifiquen con tu banco y puedan darle algunas informaciones relacionadas con sus cuentas. El fraude digital y telefónico está a la orden del día.
Ofrecer atractivos regalos a cambio de dichas informaciones o la promesa de premios seguros si colaboran, es una manera muy frecuente de engañar en nombre de empresas fantasma.
Si tu banco te pide que corrobore alguna transacción diferente a su patrón de comportamiento económico, pues ha detectado algún movimiento extraño en tus cuentas, ponte en contacto cuanto antes con alguien de confianza en tu oficina (si lo tienes), pues puede estar siendo víctima de un fraude y el tiempo de reacción es primordial.
Seguros para tarjetas
Una vez hechas las recomendaciones de seguridad para vuestras tarjetas de crédito y débito, tampoco está de más recordaros que para mayor tranquilidad también podemos tenerlas aseguradas. Son muchas y muy variadas las ofertas del mercado, y conviene mirar bien antes de contratar seguro alguno, pues las prestaciones varían considerablemente según el que se contrate.
Aquí os exponemos algunas de las coberturas más interesantes, que nunca está demás tener contratadas si nuestra tarjeta desaparece.
Por lo general es importante contratar una cobertura desde las 24 horas anteriores de la notificación de la pérdida o el robo del plástico.
Para salir del apuro, los seguros suelen ofrecer dinero inmediato, por ejemplo, para poder comprar unos billetes nuevos para regresar a casa en caso de haber sido víctimas de un robo. También para pagar la factura del hotel. También puede contratarse una cobertura que nos garantice efectivo si estamos fuera de España y no tenemos otro medio de conseguirlo.
Incluso los seguros incluyen otras consecuencias del robo, cuando es el caso. Por ejemplo ofrecen cobertura para restituir la cartera o el bolso sustraídos, para renovar los documentos perdidos o incluso para cambiar la cerradura de casa.