La brecha digital se agudiza en España con el teletrabajo en pandemia
Las dificultades de ciertos colectivos con las nuevas tecnologías han ido abriendo la consabida brecha digital, que sobretodo ha afectado a la gente mayor, pero también a las personas con menor formación académica y menor capacidad económica, que tienen menos acceso a las tecnologías. Un problema que se ha visto agudizado durante la pandemia, ya que el teletrabajo ha evidenciado las carencias o la incapacidad de muchas personas para poder ejercer sus ocupaciones a distancia a través de las redes.
En España, existe una brecha digital que está dejando atrás, principalmente, a gran parte de aquellos ciudadanos más vulnerables en esta pandemia del COVID-19. Se trata de las personas mayores de 65 años, cuyas habilidades para aprovechar las oportunidades que brinda la transformación digital son más bajas que las de los colectivos más jóvenes, incluyendo a los niños.
De hecho, según datos obtenidos de Eurostat, casi la mitad de las personas entre 65 y 74 años que utilizan internet cuentan con habilidades digitales bajas. Algo que afecta tanto a la cotidianeidad de las personas, que han tenido dificultades para mantener las relaciones personales durante la pandemia, como a las posibilidades laborales, que en muchos casos se han visto recortadas o han obligado a los individuos a hacer un sobre esfuerzo para no verse desplazados.
La brecha de las brechas
Y es que, en un análisis de UGT, que va más allá de la edad, en nuestro país el 45% de los trabajadores tiene dificultades con la informática. Es más, según el estudio un 70% de los españoles tiene un nivel básico o menor.
Así, queda claro que la brecha no solo se ve agravada por cuestión de edad, sino que se aprecian notables diferencias por género, renta, nivel de estudios o lugar de residencia. Algo que la convierte, según la han bautizado, la brecha de las brechas.
Y la evolución no es buena, según el informe de UGT, que asegura que, tras unos años reduciéndose a buen ritmo, la brecha digital en España casi se ha solidificado y ha mejorado muy poco desde 2016.