¿Hasta cuándo durará la crisis? ¿Qué hacer para sobrevivir?
En esta tesitura, la aventura de llegar a fin de mes es un verdadero problema para la economía de la mitad de los hogares. Han sido cuatro años en los que la destrucción de riqueza ha devastado a velocidad de vértigo la economía española. Los ciudadanos de a pie apenas han tenido tiempo de recomponer su situación financiera y de adaptarse a este nuevo entorno en el que pagar deudas y reducir el consumo superfluo se han convertido en los objetivos prioritarios de los hogares españoles.
Las familias, al igual que hacen las empresas y otros organismos sujetos a presupuesto, deben hacer cuentas. Pero no con una barrera mensual o a pocos meses. De una buena planificación de los recursos y de cómo administrarlos en el tiempo dependerá a buen seguro que la travesía por el desierto de la crisis llegue sin naufragio al puerto de la recuperación. Una información en la que no se está haciendo el debido hincapié es la fecha de salida de esta crisis.
Cinco años para salir de la crisis
Principalmente, porque existe entre los poderes políticos la tentación eterna de suavizar las malas noticias, por decirlo de una forma elegante. En el 2009 escuchábamos que en el 2010 empezaríamos a salir de la crisis que se inició en 2008, fue la época de los “brotes verdes”… ¿Quiere decir esto que no hay forma de saber cuándo vamos a salir de la crisis? ¿Tan poco ha avanzado la ciencia económica que no es capaz de evaluar el calado de la depresión? ¿O resulta que la magnitud es tal que supera todos los métodos econométricos conocidos hasta ahora?
Ni lo uno ni lo otro. Los organismos internacionales, como el FMI, han puesto 2018 como horizonte probable para que la economía española empiece a reactivar su actividad. Pendientes de que esas previsiones se vayan confirmando (los técnicos del FMI las revisan cada año), éste es el escenario que deberemos tener en cuenta a la hora de encarar nuestro futuro personal y familiar.
En esos cinco años, esperemos que las siguientes revisiones acorten este calendario, los responsables de los hogares deberán tomar decisiones que seguramente no se han planteado en la actualidad, agobiados como están por el día a día… Habrá que decidir sobre el paso a la Universidad de los hijos mayores, sobre cómo tendremos que atender a nuestros padres… También habrá buenas noticias, como que se cumplirá el compromiso de pagar los plazos del coche o, mejor, la hipoteca.
Cómo elaborar un plan de economía familiar cinco años
Un lustro es mucho tiempo para encararlo con planes de corto plazo. Las familias deberán hacer cuentas, por difícil que parezca, para prevenir estas situaciones a las que seguro se van a enfrentar. Los préstamos que tengan contratados serán hitos importantes en el plan que hagan para su economía familiar. Las fechas de vencimiento supondrán un alivio en la renta disponible, pero también dejarán abierta la posibilidad de disponer de una mayor solvencia que presentar ante las entidades si necesitamos financiación nueva.
Por ello, es muy importante tener presente, a la hora de renegociar un crédito o realizar una operación de unificación de deudas, que las “vacas flacas” pueden durar hasta 2018. Muchas veces, con tal de liberarse de la cuota del préstamo, los responsables de los hogares asumen plazos más largos y pagos de más intereses, cambiando comodidad presente por estrechez futura, la mayoría de las ocasiones sin saberlo.
Y las cosas no nos lo van a poner fácil, según la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2011, que acaba de publicar el INE, los hogares españoles hemos reducido las compras de coches, de muebles, de televisiones y de ordenadores. Pero los gastos del día a día siguen aumentado. Como dato indicativo de lo que puede evolucionar nuestro gasto en los próximos cinco años, baste tener en cuenta que en los últimos cinco, los alquileres reales han crecido un 45,4%; la electricidad, gas y otros combustibles, un 45,0%; y los servicios relacionados con la vivienda (comunidad, agua,…), un 30,9%.