Hábitos para remontar con éxito la cuesta de septiembre
Acabamos de incorporarnos a la vida cotidiana. Las vacaciones han supuesto un esfuerzo para nuestro presupuesto y nos enfrentamos a nuevos gastos propios del mes, como la vuelta al cole. Tradicionalmente, septiembre es un mes difícil para los presupuestos familiares. Según un informe realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el portal financiero Mil Préstamos, la necesidad de llegar a fin de mes dispara un 10% la petición de créditos al consumo.
La vuelta al cole se traduce en:
- Pago de matrículas.
- Compra de libros de texto y material escolar.
- Rutas escolares.
- Comedor.
- Equipamiento de ropa.
Muchas familias no pueden afrontar cómodamente estos gastos y, en buena medida, recurren a solicitar préstamos para pagar las facturas pendientes en la cuesta de septiembre.
Vuelta al cole, un gasto ineludible
Según las organizaciones de consumidores, los españoles gastaremos unos 400 euros de media en la vuelta al cole en el caso de que nuestros hijos acudan a un colegio público o concertado.
Cierto es que este año, los españoles hemos sido más racionales a la hora de programar las vacaciones y el consiguiente desembolso que suponen. Los hogares españoles han gastado una media de 953 euros en sus vacaciones, lo que supone un 16% menos que el pasado año, según un estudio del Observatorio Cetelem. El gasto medio realizado en estas vacaciones de 2016 ha alcanzado los 953 euros, un 6% menos de lo que tenían intención de realizar el pasado mes de mayo.
Llegada la cuesta de septiembre, conviene que este espíritu de ahorro que muchos españoles hemos realizado en las merecidas vacaciones se mantenga en nuestro presupuesto y evitemos en la medida de lo posible acumular deudas que lastrarán nuestro presupuesto familiar en los meses siguientes.
Cuidado con los “buenos propósitos”
Septiembre, además de ser un mes propicio para las facturas que se relacionan con la enseñanza de nuestros hijos, también es un mes en el que “los buenos deseos” pueden asestar un golpe a nuestro presupuesto:
- Volver al gimnasio para bajar esos kilos que se han acumulado en las vacaciones.
- Aprender o mejorar nuestro inglés en una academia de idiomas.
- Quedar con los amigos para repasar las vacaciones.
- Hojear la cartelera para estar al día de los estrenos de la oferta cultural.
Son gastos que se suman, puede que innecesariamente, a los inevitables de la cesta de la compra para llenar la despensa o a los de los recibos de la luz, el agua o el teléfono móvil. Si, además, tenemos que hacer frente a gastos imprevistos (como los de reparación o mantenimiento del coche, derramas en la comunidad de propietarios…), nuestro presupuesto familiar va a tener dificultades para remontar la cuesta de septiembre.
Lo primero que tenemos que hacer es recuperar esos consejos de finanzas familiares que venimos volcando en domesticatueconomia.es ya desde hace tres años. Tomar las riendas de nuestros gastos es necesario para culminar sin disgustos este otoño que viene. Como todo en esta vida, de una buena elección y de un efectivo sistema de prioridades dependerá que no nos encontremos con un saldo negativo en nuestra cuenta corriente:
- Priorizar el pago de los gastos fijos (alquiler, electricidad).
- Ahondar en las prácticas de consumo colaborativo.
- Retrasar los proyectos superfluos que hemos enumerado en el párrafo anterior.
- Prever los gastos ineludibles de los próximos meses, como el segundo plazo de la declaración de renta (el 7 de noviembre) o los seguros del piso o del coche.
- Considerar que algunos de los gastos necesarios, como la ropa del cole, se pueden comprar a plazos.
Son las principales claves del éxito para superar la cuesta de septiembre y ayudarnos a recuperar un ritmo de gasto sostenible en los próximos meses.
Cuesta de septiembre y crédito responsable
Para muchos hogares, el recurso al crédito va a resultar fundamental para llegar a fin de mes. Sin embargo, es necesario que este recurso al crédito, para que resulte beneficioso para nuestra economía familiar, sea responsable. Básicamente debemos emplearlo en la compra de bienes necesarios. Si pedimos créditos para pagar las facturas pendientes, lo único que conseguiremos será aumentar nuestras deudas sin mejorar, más bien lo contrario, nuestro nivel de vida. De esta manera la cuesta de septiembre se prolongará en octubre, noviembre…
La vuelta de las vacaciones siempre es un buen momento para tomar las riendas de nuestro presupuesto. Iniciar una sencilla contabilidad familiar nos permitirá conocer el importe de los gastos, incluidos los más insignificantes, que se generarán en esta cuesta de septiembre que acaba de empezar. Es un ejercicio sano que nos permitirá ampliar nuestra cultura financiera y, por qué no, dar un ejemplo de oro para la educación financiera de nuestros hijos. No olvidemos que los hábitos se heredan.