Una web que te ayuda a tomar las
mejores decisiones financieras

¿En qué, cómo y cuándo se gasta la energía doméstica?

Estamos a las puertas del invierno y a la energía habitual que se gasta en el hogar empezaremos a sumar la necesaria para proporcionarnos calefacción. De modo que para prevenir disgustos económicos y ahorrar en la medida de lo posible conviene saber cuáles son los electrodomésticos que más energía consumen en casa, qué hay que hacer para que no gasten tanto y a qué horas salen más baratos.

Y esto último tiene una respuesta muy clara, pues a lo largo del día hay dos tramos diferenciados en lo que al precio de la energía se refiere. El consumo es más barato durante el período conocido como valle, y que comprende entre las 22.00 horas y las 12.00 de la mañana en invierno y desde las 23.00 horas hasta las 13.00 horas en verano. Por el contrario, el gasto máximo, o período punta, se localiza cada día entre las 12.00 de la mañana y las 22.00 horas en invierno y desde las 13.00 horas a las 23.00 horas en verano. Ni que decir tiene que conviene hacer uso de los electrodomésticos durante el tramo valle.

Ahorrar con los aparatos domésticos

Respecto al buen uso de los electrodomésticos o de cualquier aparato electrónico enchufado a nuestra  corriente doméstica, cabe destacar una práctica habitual que, tal vez por desconocimiento, supone un gasto bastante elevado del total de las facturas eléctricas. Se trata de la posición stand by de nuestros aparatos, que siguen consumiendo aunque estén “descansando”. El coste del stand by puede alcanzar hasta el 6% del consumo total. Es mucho más barato desenchufar. De hecho, dejar los aparatos en modo reposo todo el día cuesta más dinero que utilizar el aire acondicionado durante los tres meses de verano.

Algunos consejos para ahorrar energía doméstica en el uso de los electrodomésticos.

Dejar la nevera abierta mientras llevamos a cabo tareas en la cocina, aunque estás puedas necesitar algún producto del interior de la misma, resulta mucho más caro que abrirla y cerrarla cada vez que sea necesario.

Los aparatos de aire acondicionado gastarán menos si no están expuestos al sol o en una ubicación muy cálida, ya que consumirán mucha más energía si deben refrigerarse continuamente antes de producir el fresco que se le requiere.

Es recomendable planchar toda la ropa de una vez y no encender la plancha cada vez que queremos adecentar una prenda. Para calentarse el aparato necesita mucha más energía que para mantenerse caliente.

En esta misma línea de ahorro hay que recomendar que no se pongan lavadoras ni lavavajillas a media carga. Eso hará que tengan que ponerse más veces y multiplicará el consumo de luz.

Utilizar la secadora cuando hace un buen día y luce el sol es un gasto innecesario que a veces se hace por inercia. Se trata de uno de los electrodomésticos que más gastan.

En la cocina suelen acumularse muchos de los electrodomésticos de la casa, y a menudo no se optimiza el uso de los mismos. Por ejemplo, es muy habitual cocinar uno tras otro diferentes alimentos en el horno, cuando pueden hacerse varios a la vez. Eso supone un ahorro sustancial. Asimismo no es conveniente abrir reiteradamente la portezuela para comprobar la comida, ya que cada vez que se abre se pierden unos 20 grados de temperatura que el aparato debe recuperar después.

De la misma manera, puede optimizarse el uso de la vitrocerámica, ya que a menudo se desprecia el calor residual una vez apagados los fogones, y en cambio éste sería más que suficiente para acabar de cocinar un guiso durante un par de minutos más. Una vez apagado sigue caliente pero no consume energía.

Para acabar estableceremos algo así como un ranquin de los electrodomésticos que más energía consumen y que, por tanto, más caros nos salen a final de mes al recibir la factura de la luz. Un listado que nos ayudará a la vez a concienciarnos ecológicamente y a prevenirnos económicamente.

Por este orden, los aparatos domésticos que más gastan son: el frigorífico (30’6% del total), la televisión (12’2%), lavadora y lavavajillas (11’8%), horno (8’3%), ordenadores (7’4%), lo mismo que la calefacción eléctrica, la secadora (3’3%) y el aire acondicionado (2’3%). Y todos ellos pueden utilizarse con moderación, sentido común y conciencia ecológica para evitar gasto de energía innecesario y un susto en las facturas. Son datos extraídos de los diferentes estudios realizados por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la energía).

Volver al principio
Ir al contenido