El Gobierno aprueba un mecanismo de control para contrarrestar la subida en la factura de la luz
La factura de la luz nunca ha sido fácil de entender para el consumidor. Son muchos los factores que influyen en el precio, y aun leyendo las explicaciones oportunas cuesta saber qué pagamos y por qué. Ahora, coincidiendo con la entrada en vigor del nuevo modelo de factura eléctrica, y máximos históricos en los precios, el Gobierno intentará contrarrestarlo con un mecanismo de control, presentado en forma de Ley, que minimice las ganancias de las grandes empresas eléctricas y nucleares.
Lo que pretende el Ministerio para la Transición Ecológica es frenar los llamados beneficios caídos del cielo, el exceso de retribución que las compañías consiguen por la electricidad que generan con sus nucleares y centrales hidráulicas cuyas obras ya están amortizadas.
Para que se entienda el mecanismo ahora presentado, hay que explicar que la electricidad que se genera proviene de distintas fuentes. La más cara es la producida en los ciclos combinados, que se ve influida por el precio del gas y del dióxido de carbono. Y el mercado español, como el europeo, es marginalista, lo que significa que todas las tecnologías cobran el precio de la oferta más cara necesaria para cubrir toda la demanda, lo que hace que la nuclear y la hidráulica —que tienen ya amortizadas sus inversiones y no están sometidas a los vaivenes del gas y el CO₂— reciban esa sobre retribución (los beneficios caídos del cielo) que encarece la factura. Esto es lo que se quiere minimizar desde el gobierno.
Con ello, según manifiestan desde el Ministerio, se quiere acompañar a la industria y a los consumidores domésticos, que afrontan ahora el nuevo modelo de factura, evitando un encarecimiento del sistema que no se corresponde íntegramente con un incremento de los costes reales de la energía que consumen. Y desde el Gobierno apuntan a que los cambios que se operarán al aplicarse la nueva ley podrían suponer que la factura se reduzca alrededor de un 5%.