Cuando el ahorro de las familias da paso al consumo responsable
Los hogares españoles aumentaron su renta disponible (aquel dinero que no destinan a pagar las deudas y los impuestos) un 2,3%, según las Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales del cuarto trimestre 2015 publicadas la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En las mismas estadísticas se aprecia que la tasa de ahorro se redujo en dos décimas, hasta el 9,4% de la renta disponible, dejando paso a un incremento del 2,5% del gasto en consumo final.
La intención de ahorro de las familias se modera
Esta tendencia de finales de 2015 se ha mantenido en los primeros meses de 2016. Según el último informe mensual del Observatorio Cetelem, la intención de seguir ahorrando ha disminuido en enero y febrero. Concretamente, en febrero, un 27% de los consumidores han manifestado su intención de ahorrar (2,8 puntos menos que el mes anterior). Aunque, si lo comparamos con el dato de febrero de 2015, se aprecia un aumento de 1,4 puntos porcentuales.
Entre los ejemplos de este proceso de aumento del consumo de los hogares, encontramos, también según la misma fuente, el crecimiento del presupuesto en un 11,5% que los españoles destinaron a las vacaciones de Semana Santa, en el último mes de marzo. Otro síntoma del aumento del consumo lo podemos ver en el crecimiento de las ventas del comercio minorista: que han crecido un 7,4% en febrero respecto al mismo mes de 2015 a precios constantes (una vez eliminada la inflación), según los datos del Índice General del Comercio Minorista publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En definitiva, al aumentar la renta disponible de las familias, éstas han mantenido su nivel de ahorro, aunque han dedicado el aumento extra al consumo. Y es de esperar que siga creciendo en los próximos meses. Un balón de oxígeno a los presupuestos de los hogares que pagan hipoteca a tipo variable lo aportará la rebaja del Euribor cuya aplicación supondrá un ahorro del 2,74%. El euríbor, el índice de referencia con el que se actualizan anualmente las cuotas de los préstamos hipotecarios a tipo variable, se situó en marzo en niveles negativos. Una hipoteca con un capital pendiente de 100.000 euros, un plazo de amortización de 25 años y un interés aplicado de euríbor + 1 %, pasaría en abril de tener que pagar una cuota de 386 euros a una de 376, lo que supone un ahorro de 120 euros al año. Este dinero irá básicamente a consumo.
El perfil del consumidor de la recuperación económica
¿Quiere decir esto que las familias españolas, tras años de ajuste, vuelven al gasto descontrolado? En absoluto. A veces renovar, más que consumir, supone un ahorro. «Los hábitos de control adquiridos en la crisis vienen para quedarse, aunque según mejora la economía se van adquiriendo productos de más categoría, aquellos para los que se acude a un crédito», explica Liliana Marsán, responsable del Observatorio del Consumo de Cetelem. Según Gustavo Núñez, director de Nielsen, el nuevo consumidor compara los precios de la compra buscando el ahorro, y al mismo tiempo, es capaz de gastarse más en productos de más valor.
Y es que llega un momento en que el gasto verdadero es seguir tirando con esa vieja lavadora que abulta innecesariamente la factura del agua y de la luz. Lo mismo pasa si echamos números y decidimos cambiar de coche para subirnos al carro de los nuevos motores ecológicos, híbridos, GLP o gas natural. Otro ejemplo es renovar el parque de bombillas de nuestra casa y poner tecnología LED. Son gastos que redundarán en la mejora de la salud financiera de nuestros presupuestos familiares.
Es el perfil del consumidor que se manifiesta en estos años previos a la recuperación económica que, según los grandes organismos internacionales, no alcanzará su verdadera dimensión hasta dentro de un par de años. Un nuevo consumidor que ha cambiado sus hábitos por la crisis financiera y cuyas características hemos explicado en este blog ya en varias ocasiones.