¿Cómo, cuándo y dónde es mejor cambiar dinero para viajar?
Tres consideraciones importantes antes de entrar en materia. En primer lugar, lo mejor es hacer siempre un cálculo aproximado de lo que tenemos pensado gastar. Cuál es nuestro límite o lo que podemos permitirnos. Y una vez calculado, cambiar esa cantidad a moneda extranjera. Si canjeas solo una vez te ahorrarás gastos en comisiones y problemas. Aunque también es cierto que difícilmente se acierta con precisión los gastos que uno va a tener en vacaciones. Pero cuanto más nos aproximemos mejor. Además, piensen que a la vuelta deberá realizar de nuevo el cambio a euros del dinero que no hayan gastado, y en comisiones y con los cambios de tasa saldrán perdiendo. Incluso hay monedas que no pueden cambiarse, y si no las ha gastado en destino, no les quedará otra que coleccionarlas.
La segunda recomendación previa es estar atento las semanas anteriores al viaje y vigilar las fluctuaciones de las divisas. Las tasas de conversión varían a diario y si hacemos el cambio el día y en el momento adecuado podemos ahorrar bastante dinero.
Y por último, un consejo práctico de suma importancia, que más bien es una advertencia: jamás cambiar en la calle, en el mercado negro, donde nos ofrecerán magníficos precios, pero donde probablemente también nos timen. Además es ilegal, y podríamos tener problemas muy serios con la policía.
Consejos prácticos para cambiar divisas
Una decisión bastante habitual, por cómoda, es dejar para última hora el tema del cambio de moneda, y hacerlo en el aeropuerto de destino, donde siempre hay oficinas de cambio. Pues bien, no es una buena idea. El aeropuerto es uno de los sitios donde el cambio de compra va a ser más bajo. Es decir, por cada euro recibiremos menos moneda extranjera, lo que nos supondrá directamente una pérdida. Por el contrario, es cierto que son probablemente los lugares más seguros donde obtener el efectivo deseado. La seguridad en los aeropuertos siempre es mayor que en cualquier otro lugar.
Hay que aclarar un concepto antes de continuar, pues puede inducir a error o generar dudas en cuanto a la comprensión. Nos referimos a la diferencia existente entre tasa de compra y de venta. La primera hace referencia al dinero (en euros) recibido al convertir moneda extranjera de la que sobra al volver de vacaciones (no todas las monedas pueden recuperarse. Y en cualquier caso, solo los billetes). Por su parte, la tasa de venta es el dinero recibido al cambiar euros a la divisa del país de destino.
Pero si no cambiamos en el aeropuerto y no hemos cambiado divisas antes de salir de viaje, ¿dónde es más recomendable hacerlo? Pues una opción bastante recomendable suele ser en las casas de cambio de las zonas más transitadas, más turísticas del lugar visitado. Al ser muy populares hay más seguridad y se someten a la legalidad, ya que las zonas turísticas están más vigiladas por las autoridades. Además, por efecto de la competencia suele haber una importante oscilación en la oferta de precios. Conviene comparar y escoger la mejor opción.
Pagar con tarjeta y los gastos pequeños al contado. Esta puede ser una de las opciones más económicas para el viajero, a parte de la comodidad y seguridad que supone no llevar grandes cantidades de cash encima. Eso sí, comprobemos los límites de nuestra tarjeta, no vayamos a tener un disgusto y nos quedemos sin dinero de plástico ni en metálico en plenas vacaciones.
Una cosa es pagar con tarjeta y otra sacar efectivo de los cajeros con la tarjeta, que es otra forma, poco recomendable, de hacer el cambio de divisa. Nos podemos llevar una desagradable sorpresa en forma de comisiones de, en algunos casos, hasta el 4% de la cantidad total extraída. A parte de que a menudo, al hacerlo, desconoceremos el precio del cambio que ofrece esa entidad bancaria en concreto, y puede no ser la mejor. En caso de hacer, intentar que sea en un cajero de la misma red bancaria de nuestra entidad, sino los gastos pueden dispararse.
Y por último recordar que a la hora de viajar al extranjero, el dinero en efectivo no es la única alternativa para realizar los pagos. Existen otras opciones tan o más prácticas, y que evitan el cambio de divisas, tales como los cheques, el pago a través del móvil, las transferencias o las tarjetas de prepago. Fórmulas que permiten ahorrar las comisiones de cambio de moneda y no llevar encima una gran cantidad de dinero con los riesgos que ello conlleva.