Consejos para una compra eficaz y responsable
En primer lugar, es una buena idea elaborar una lista de la compra con todo lo que necesitamos. Si no nos salimos de ella, si no nos dejamos seducir por ofertas o golosas tentaciones, no gastaremos más dinero del necesario.
Otros criterios de compra
Una vez repasadas y apuntadas las necesidades, ya estamos listos, pero tal vez puedas plantearte algunos criterios de consumo más allá de completar el listado. Así, además de elegir los alimentos en base a su calidad/precio, por ejemplo, puedes tener en cuenta su valor nutricional, social y ecológico. Para ello puedes servirte de la información que aparece en su etiquetado.
Algo que no suele tenerse en cuenta cuando entramos en las tiendas de comestibles es el orden de las adquisiciones, y es más importante de lo que pudiera parecer. Intenta seguir un orden lógico en tu tienda para asegurar la cadena de frío: productos no perecederos, frescos, refrigerados y, finalmente, congelados. Por este orden, pues conviene que los productos conservados en frío estén fuera del mismo el menos tiempo posible. Sobre todo si han de seguir congelados en casa.
Además, procura colocar los productos de forma correcta en el carrito o cesta de la compra, así como durante su transporte en el vehículo, pues así impedirás que sufran daños. Evita colocar la carne y el pescado crudo sobre otros productos, pues puede impregnarles su olor o humedeceros y estropearlos. Además, mantén los productos tóxicos separados de los alimentos. Los de limpieza, por ejemplo.
Acuérdate de que una compra responsable de alimentos además de ser más justa y solidaria también servirá para desperdiciar menos y por tanto ahorrar, generar menos residuos y apoyar formas de producción más sostenibles.