Una web que te ayuda a tomar las
mejores decisiones financieras

Cómo afecta al IRPF vender una casa heredada

Vender bienes heredados no sale gratis. En la aceptación de una herencia hay que pagar el impuesto de sucesiones, y llegado el momento, si deseamos vender, habrá que tributar por el beneficio obtenido. Tanto si se trata de una casa como de cualquier otro bien patrimonial.

Si se vende una propiedad heredada hay que tributar por las ganancias

Cuando heredamos un inmueble, en la escritura de aceptación de herencias aparece la valoración económica de dicha propiedad. La ganancia o pérdida que se produzca en el momento de llevarse a cabo la venta de la propiedad tributará en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) del vendedor, y será computada al periodo impositivo en el que se produzca la venta, que tendrá que ser declarado en el año siguiente. Así lo contempla el artículo 14.1 c) de la Ley del IRPF.

El cálculo para saber si con la transacción patrimonial se obtienen ganancias o se produce una pérdida de patrimonio (en tal caso se supone que sería una venta por necesidad), se lleva a cabo aplicando la diferencia entre el valor por el que se vende el inmueble más los gastos de la venta, y el valor por el que se adquirió en el momento en que se heredó, más los gastos de la adquisición. La cantidad resultante, si es positiva, es la que deberá declararse y por la cual se pagarán los impuestos.

Las pérdidas no gravan

Es evidente que, si la venta de la propiedad heredada se produce a un precio inferior al que se adquirió en el momento de la sucesión, no habría ganancia patrimonial y, en consecuencia, no se estaría en la obligación de abonar cantidad alguna.

El interesado puede desgravarse en la renta las inversiones y gastos ocasionados con la compra: gastos de notaría, agente inmobiliario, plusvalía municipal, gasto de cédula de habitabilidad y certificado energético.

Volver al principio
Ir al contenido