Ayudas al emprendedor: qué vale y qué no
Ya sea por la enorme dimensión del plan, ya sea por la gran complejidad que comporta, el nuevo texto legal que debe guiar la constitución de nuevas empresas y paliar los estragos que la crisis económica está provocando en el tejido productivo deja todavía muchas incógnitas en el aire. Se impone, pues, separar el grano de la paja en este rosario de medidas cuyos efectos y posibles consecuencias están todavía desgranando los asesores y expertos fiscales. Es necesario saber qué es lo que realmente tiene importancia para el emprendedor y qué puntos o medidas no lo son tanto.
Entre los puntos que más han llamado la atención de los expertos destaca, como no, la fiscalidad. Crear una empresa va ser más barato en cuanto a impuestos se refiere. Una reivindicación que todos los asesores y administradores de empresas venían reclamando desde hace tiempo. Es de valorar que, en un momento delicado presupuestariamente hablando, el Gobierno se haya decidido a exonerar de tasas a los nuevos empresarios.
Beneficios fiscales a la constitución de empresas
Las entidades que se constituyan a partir del 1 de enero de 2013 tributarán por los rendimientos obtenidos en el primer periodo impositivo en el que la base imponible resulte positiva (obtengan ganancias) y en el siguiente al 15% hasta los primeros 300.000 euros, y el importe restante, al 20%, según el Real Decreto. Igualmente, los contribuyentes por IRPF que inicien una actividad económica cuyo rendimiento se determine con arreglo al método de estimación directa podrán reducir en un 20% el rendimiento neto declarado, minorado en su caso por las reducciones anteriores.
Hasta aquí llega el alcance de las nuevas modificaciones que van a tener un impacto positivo e inmediato en la generación de riqueza. El resto de las medidas aprobadas por el Gobierno en su plan de choque, a juicio de los expertos, en poco van a constituir un acicate para la creación de nuevas empresas.
Contratación de trabajadores mayores en desempleo de larga duración
Como ejemplo podemos citar la posibilidad de que los jóvenes menores de 30 años puedan capitalizar la prestación de desempleo para crear una empresa. Hay que tener en cuenta que para que un joven pueda capitalizar la prestación máxima, tendrá que haber cotizado a la Seguridad Social por la cuota máxima desde los 24 años. Un supuesto, como cualquiera puede apreciar, que deja fuera de juego a la mayoría de los jóvenes fuera de esta posibilidad. Lo mismo sucede con los beneficios que tendrán los empresarios menores de 30 años si contratan a personal mayor de 45 años en situación de paro de larga duración.
Lo mismo sucede con las medidas destinadas a promover que vuelva a fluir la financiación de pymes y autónomos. El Real Decreto prevé ampliar las garantías de los préstamos a bienes mobiliarios (hasta ahora los bancos sólo contemplaban los bienes inmuebles). Según los proyectos del Gobierno, los empresarios podrán poner como garantía del préstamo que soliciten los activos de su empresa o los beneficios futuros de su actividad. En el caso de los agricultores, por ejemplo, la cosecha futura. Si se trata de un taxista, podrá “hipotecar” la licencia de taxi. Más allá de la ampliación de las nuevas líneas del ICO (cuyo resultado ya conocemos todos) y del nuevo tramo para pagos a proveedores de las Administraciones, los expertos dudan que estas nuevas medidas vayan realmente a dinamizar el tejido empresarial español.
Montar una empresa en España va a seguir siendo en los próximos meses toda una aventura, por muchas ayudas que se pongan en marcha. Primero: porque gran parte de las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo afectan realmente a una muestra muy pequeña de la población. Segundo, porque la batería de novedades que se anuncian en este plan de choque requerirá de un largo proceso de desarrollo que tendrá que plasmarse en un reglamento, cuyas cláusulas no van a ser tan fáciles de redactar.
Antonio de Miguel
Periodista y blogger financiero
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